La ciudad, con sus rincones y entresijos, amurallada de misterios e interrogaciones, hecha de trazos y normas e inquietudes, es al mismo tiempo un espacio para la imaginación, un lugar sin límites donde todo es posible: las aventuras, el tedio, los amores, el esplendor y la sombra, el insomnio, los rastros de la desesperanza y las canciones que buscan, más allá de las calles, otras voces solidarias y solitarias.