El Día del Mundial del Ambiente fue una verdadera fiesta en el Centro Educativo UCR (ED-2496) del Recinto de Santa Cruz. Las clases quedaron de lado y las niñas y niños se dedicaron a explorar la naturaleza y aprender cómo cuidarla, mediante el juego y el arte.

Durante el día, las niñas y niños participaron de un acto cívico, una obra de teatro y un desfile de moda con productos reutilizados. Así como muchas actividades físicas, entre ellas una competencia de rally, juegos tradicionales y un partido de fútbol con botas de hule. En el ámbito ecológico, aprendieron a sembrar una planta y recorrieron “el bosquecito” del recinto.

La actividad contó con la visita de niñas y niños de la Escuela de Barrio Limón, comunidad en donde se ubica el Recinto, y de la Escuela de Chircó, a unos 8km de distancia.

A Helena Retana Solera, estudiante de sexto grado y presidenta del Centro Educativo UCR, el Día del Ambiente le recuerda que la UCR les enseña los valores de convivencia, a identificarse y ayudar a las demás personas. También a cuidar su propio cuerpo mediante la realización de ejercicio y la alimentación saludable.

Los centros educativos del Recinto de Santa Cruz y de la Sede de Guanacaste, son los únicos del país en los que se imparte Educación Ambiental. Daniela Barrantes, docente de la materia en ambos lugares, explicó que esta asignatura abarca temas muy variados en relación con el ambiente, desde reciclaje hasta agricultura orgánica.

“En la clase se le enseña a los niños a proteger y cuidar el medio ambiente. Que ellos creen conciencia y que ellos creen herramientas para promover el cuido y la protección. Se les enseña que las especies no se tienen que matar, que nada nos están haciendo. Que se pueden observar y si ellos les hace un daño no las vamos a poder ver más, porque se van a ir y no van a querer regresar y estar con nosotros”, agregó Barrantes.

Julián Cubillo Villegas es estudiante de sexto grado del Centro Educativo UCR. Él dijo estar muy feliz con la visita de las y los estudiantes de otras escuelas, porque les enseña de convivencia, algo que también aprenden en las clases de Educación Ambiental.

“Las clases son muy bonitas porque nos llevan al bosque, entonces empezamos a cuidar una planta. Nos han dicho que no deberíamos de utilizar plástico, ya que es muy malo, porque alguna tortuga puede llegar a comérsela [una bolsa de basura], porque las tortugas comen medusas, entonces las confunden con medusas; o el uso de las pajillas, que son muy dañinas”, explicó Julián.

El Centro Educativo UCR ha puesto en marcha una serie de iniciativas ambientales. Hay basureros en todas las instalaciones para la adecuada separación de residuos. Todas las niñas y los niños deben traer su propia botella, todos los días, para evitar el uso de plástico y mejorar su salud mediante el consumo de agua.

Además se encuentran en un proceso de reforestación, pues está planificado que sus nuevas instalaciones se construyan en el campus del recinto. Esto conlleva la tala de árboles, que las niñas y niños están sustituyendo por nuevos. La regla es que por cada árbol talado, haya diez árboles sembrados.

“Hay millones de personas en el mundo, pero sí nosotros los niños que somos el futuro del mundo, intentamos y creemos que podemos y los pensamos y actuamos; sí, podemos lograr tener un mejor mundo. Sin basura, sin ríos dañados, sin huracanes, porque la naturaleza se defiende cuando uno la está dañando. Si todos ponemos un granito de arena podremos lograr tener un mundo mejor”, concluyó Helena.