El sello Vivir la Inclusión fue otorgado a dos proyectos de acción social de la Universidad de Costa Rica (UCR) por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) el pasado 6 de diciembre, en el Museo del Jade, en San José.

El Trabajo Comunal Universitario “Acompañar para integrar: rutas para promover la integración local de la población migrante y refugiada en Costa Rica” (TC-738) obtuvo el reconocimiento en la categoría de Investigación, Diversidad e Inclusión, mientras que el proyecto de la Clínica de Refugio “Migración y Protección Internacional”, recibió una mención de honor.

Tania Rodríguez Echavarría, directora de la Escuela de Ciencias Políticas, destacó la importancia del TC-738 como una herramienta para incidir en políticas públicas a favor de las personas migrantes.

“Es un proyecto clave para la Escuela, ya que busca acompañar e incluir, mejorando las condiciones de vida de las personas solicitantes de refugio, asilo y migrantes, incidiendo en áreas como la salud, la educación y las oportunidades laborales”, señaló.

Por su parte, Harold Villegas, coordinador del proyecto, explicó: “Este trabajo comunal, que hemos desarrollado desde la Escuela de Ciencias Políticas con el apoyo de la Vicerrectoría de Acción Social, busca apoyar a una de las poblaciones más vulnerables: las personas refugiadas y en movimientos mixtos. El objetivo del TCU es incidir en políticas públicas para que nuestras hermanas y hermanos refugiados y migrantes tengan una integración justa en el Estado costarricense, mediante el acceso a la educación, la salud y la empleabilidad”.

El proyecto aborda cuatro ejes fundamentales para cubrir las necesidades de las comunidades migrantes y facilitar su integración en la sociedad costarricense.

• Capacitación a estudiantes: Prepara a los estudiantes para trabajar directamente con personas migrantes.
• Colaboración con ONGs: Se vincula con organizaciones como el Servicio Jesuita y ACNUR para apoyar a la población migrante.
• Identificación de necesidades: Ofrece orientación sobre temas clave como aseguramiento en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y acceso a la educación.
• Incidencia en políticas públicas: Promueve reformas que garanticen una mejor integración.

Además, se realizan capacitaciones para las organizaciones que trabajan con personas migrantes, enfocándose en derechos, trámites de inserción social, y desarrollo de habilidades.

Antonella Rappaccioli, estudiante de Ciencias Políticas y asistente en el TCU, subrayó cómo este proyecto le permitió comprender mejor los movimientos humanos y sentirse más conectada con las comunidades migrantes, especialmente como migrante nicaragüense.

Clínica de Refugio: Atención integral a la población migrante

Por otra parte, Ana Salas, asesora legal, y Elena Siberia, psicóloga de la Clínica, detallaron su cómo la Clínica de Refugio inició como un consultorio legal y posteriormente, incorporó atención psicológica brindando un enfoque integral a personas migrantes en distintas categorías. Este modelo multidisciplinario incluye atención a menores de edad, casos de violencia basada en género, y apoyo a personas con discapacidad.

“Buscamos incidir en la salud mental y acompañar situaciones de violencia, priorizando a los sectores más vulnerables”, detalló SIberia. “Ganar este sello representa un momento especial para nosotras como equipo, pero más allá de eso, refleja el reconocimiento a la población que acompañamos, quienes son las verdaderas protagonistas de esta realidad”, finalizó.