La Universidad de Costa Rica (UCR), a través de su Escuela de Ingeniería Industrial, ha desarrollado un programa de educación continua que busca acercar a los profesionales del sector industrial a oportunidades de actualización y aprendizaje. El proyecto Educación Continua en la Escuela de Ingeniería Industrial (ED-3070), liderado por Marco Arias Vargas, ofrece certificaciones diseñadas para responder a las necesidades específicas de la industria costarricense, diferenciándose de las certificaciones internacionales por su contenido tropicalizado y adaptado al contexto local.

El objetivo central del programa es "acercar más a la universidad, en este caso específicamente a la Escuela de Ingeniería Industrial, con la industria", explicó Arias en una reciente entrevista. Según indicó, las certificaciones están orientadas a ofrecer una formación continua que permita a los profesionales mantenerse actualizados en nuevas herramientas y metodologías, al tiempo que les brinda la posibilidad de aplicar conocimientos que no habían implementado previamente en sus puestos de trabajo.

Una de las características distintivas del programa es la capacidad de adaptar los cursos a las necesidades locales. "Nosotros lo podemos literalmente tropicalizar. Ahí está la primera ventaja. Tenemos la capacidad, simple y sencillamente porque estamos aquí, de adaptar los cursos a las necesidades locales", señaló Arias.

El proyecto ha logrado establecer una relación sólida con empresas de distintos sectores industriales, como IREX, Polymer y Siamesa, que han enviado a varios de sus empleados para recibir las certificaciones. "Cuando una empresa repite y manda otra persona a la siguiente generación, lo que me dice es que la primera persona habló muy bien del programa o habrá implementado algo", afirmó Arias, destacando el impacto que los cursos han tenido en las empresas participantes.

En cuanto a la accesibilidad, las certificaciones de la UCR se destacan por ofrecer precios más bajos en comparación con las certificaciones internacionales, lo que las hace atractivas para las empresas locales. Además, las certificaciones emitidas cuentan con el peso académico de la Universidad de Costa Rica, lo que les otorga un valor adicional en el mercado. "No es lo mismo que diga que llevaste un curso en Udemy a que lo firme la vicerrectora de la universidad más grande del país. Es una firma muy importante", resaltó Arias.

El programa, que inició de forma presencial, tuvo que adaptarse a la modalidad virtual debido a la pandemia de COVID-19, lo que permitió reducir costos y facilitar el acceso a más profesionales. Hasta la fecha, más de 100 personas han sido certificadas a través del proyecto, y la UCR planea continuar ampliando su oferta en los próximos años.

La universidad también está explorando la internacionalización del programa, con contactos en universidades de Panamá y otras instituciones extranjeras, para expandir la participación y la colaboración académica.

Este esfuerzo representa una opción significativa para los profesionales del sector industrial que buscan mantenerse al día con las demandas de un mercado en constante evolución.