Celebración de la hermandad entre pueblo miskitu y pueblos originarios de Costa Rica
Una expresión de interculturalidad y alianzas entre pueblos indígenas.
“Encuentro de hermandad cultural Costa Rica-Muskitia: pana pana aisanka”. Foto por: José Mora Kioscos Socioambientales.
El pasado 10 de agosto, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Originarios se realizó el “Encuentro de hermandad cultural Costa Rica-Muskitia: pana pana aisanka” que tuvo lugar en las instalaciones de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) de San Juan de Pavas, San José, donde participaron personas indígenas provenientes de los pueblos ngäbe, bribri, cabécar, brunkaj, estudiantes indígenas universitarios, y personeros de entidades públicas.
La comunidad de Finca San Juan de Pavas fue la anfitriona del encuentro intercultural, ya que esta zona alberga la población más grande de indígenas miskitos en Costa Rica (sobrepasan las 1000 personas en el territorio).
El evento fue organizado por el gestor local Johnny Hall y contó con el apoyo de la Sub-Comisión de Coordinación con Pueblos y Territorios Indígenas de CONARE, y el Centro Cultural de España.
Espacios para la recreación de la niñez y adolescencia
La primera parte del Encuentro inició a las 8:30 am con un pasacalle desde la Escuela de Finca San Juan hacia el Polideportivo Johnson. Además, durante el resto de la mañana se realizaron diversas actividades deportivas y culturales que contaron con el apoyo de la ONG Recuperando Terreno Unidos, el Club Deportivo y Recreativo, la Academia de Futbol Anthony Contreras, Red Claws All Stars y la Municipalidad de San José.
Un convivio intercultural entre comunidades
En horas de la tarde se llevó a cabo la segunda parte del encuentro en las instalaciones del Salón Comunal de la ADI de San Juan, con la participación de aproximadamente 150 personas entre las que se encontraban algunas delegaciones de indígenas de cabécares, bribris y ngäbes de la Red Pluricultural de Gestores Locales del Caribe, la delegación de estudiantes indígenas universitarios, y representantes de algunas entidades públicas como el Instituto Tecnológico de Costa Rica, Universidad Nacional y Universidad Estatal a Distancia, Centro Cultural de España, y otras entidades de apoyo.
La vicerrectora de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR) y coordinadora de la Comisión de Vicerrectores de Extensión y Acción Social de CONARE, Mag. Patricia Quesada Villalobos, quien participó en el Encuentro indicó que el 2024 fue declarado Año de las Universidades Públicas con los Pueblos Originarios y reafirmó el compromiso de las universidades públicas con los pueblos originarios y el pueblo miskitu.
Las actividades estuvieron cargadas de emotividad y alegría, destacando la entrega de la Whipala (bandera del movimiento indígena continental) al señor Johnny Hall por parte del señor Percy Paredes Coimbra, Embajador interino del Estado Plurinacional de Bolivia, quien además indicó que “el multicolor de la bandera representa en la cosmovisión andina, la inclusión, que nadie queda por fuera, y es la base del buen vivir”.
“La Whipala representa un reconocimiento y estímulo a la lucha de su pueblo” afirmó Johnny Hall, reconociendo también en sus palabras el sufrimiento del pueblo Miskitu tanto en Nicaragua como en Costa Rica, algo que fue reafirmado con la presentación del documental “Sin Frontera”, así como con la participación de líderes miskitos que dieron cuenta de la dura problemática por la que atraviesa su pueblo.
Disfrutando la interculturalidad entre pueblos
A su turno, indígenas bribri, cabécar, ngäbe, brunkaj expresaron su solidaridad con la causa del pueblo miskito en Costa Rica, y compartieron aspectos de su identidad cultural con la presentación del cantautor Carlos Brenny Hidalgo de Talamanca Cabécar, la presentación de danza por la delegación ngäbe de Sixaola y un canto espiritual Bribri.
Por su parte la comunidad Miskita de Finca San Juan presentó danzas tradicionales por estudiantes de la Escuela de Finca San Juan y también relatos en lengua miskita a cargo de la profesora Lissette Pictan.
Las personas asistentes también pudieron deleitarse de la rica y variada gastronomía miskita como: wabul de plátano, janiket, queque de yuca, pan de coco, rice and bean, chicha de maíz y variedad de refrescos.
Gani Rodríguez, bribri de Talamanca expresó que “fue una experiencia bellísima el poder compartir con un pueblo que tiene su cultura muy arraigada como idioma, gastronomía y arte cultural. Un pueblo que tiene carencias como todos, pero con un objetivo de no dejar morir lo suyo, a pesar de las adversidades”.
Asimismo, estaba a disposición del público una exposición de artesanía y dos exposiciones de publicaciones a cargo del Programa Kioscos Socioambientales de la UCR, y publicaciones de la Defensa Pública del Poder Judicial.
El encuentro finalizó con la intervención del Grupo de música miskita Santa Marta Boay de Alajuela, quienes amenizaron con alegres ritmos del Caribe como el tradicional “Palo de Mayo”, lo que fue correspondido con bailes espontáneos del público.
Celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas desde la condición de pueblo negado
La presencia miskita en Costa Rica data de la década de los 60 del siglo pasado. La población miskita está dispersa en todo el territorio nacional, no obstante, hay contingentes significativos en Finca San Juan de Pavas, donde suman aproximadamente 1000 personas según estiman las agrupaciones locales. También hay grupos importantes en La Carpio, Guararí de Heredia, Alajuela, Upala, Katira de Guatuzo, Pital de San Carlos, Guápiles, y Limón. En todos estos lugares, las poblaciones viven con considerables limitaciones de acceso a servicios básicos.
La población indígena miskita en Costa Rica ha logrado conservar con mucho esfuerzo varios aspectos de su cultura (danzas, música, gastronomía, artesanía y su idioma). Una muestra de ello es que aún albergan algunas congregaciones religiosas en Finca San Juan que realizan sus ceremonias espirituales en el idioma miskito.
“Fue una experiencia única ya que cada día se da a conocer la relación que existe entre los pueblos hermanos. La hermandad es algo que caracteriza a cada uno de los pueblos y eso es algo que nos llenó de mucha satisfacción” comentó el señor Manuel Palacio, Ngäbe de Sixaola.
Pese a haber dos generaciones de miskitos costarricenses, no son reconocidos como un pueblo indígena por el Estado costarricense. Para el pueblo miskitu no hay mayor violación a los derechos humanos que su negación como pueblo.
“La experiencia en Finca San Juan ha sido generar alianzas que ya existían, más allá de los países. Somos de un mismo cordón umbilical centroamericano” enfatizó Carlos Brenny Hidaldo, cabécar de Talamanca.
| Comentarios |