Proyecto de trabajo comunal presenta esfuerzos y avances en el campo de la salud mental
La coordinadora del TC-505, Marisol Jara. Foto: ODI.
¿La mayoría de suicidios pueden llegar a prevenirse? ¿A caso los suicidios son impulsivos? Estas son algunas de las interrogantes respondidas a través del Trabajo Comunal Universitario (TCU) Estrategias para la promoción del mejoramiento de la Salud Mental (TC-505), a personas de las comunidades de Aguas Claras de Upala, Monteverde, Naranjo y Bijagua, para combatir mitos que pudieran existir con respecto a temas como suicidio y salud mental.
La persona de hecho puede expresar advertencias verbales o de comportamiento sobre sus intenciones suicidas. Muy pocas veces los suicidios ocurren de forma impulsiva y usualmente, las personas que lo consideran pasan algún tiempo pensando en ello.
La relación del proyecto con las diferentes regiones ha sido promovida por líderes comunales y centros de desarrollo con interés en el tema. De acuerdo con datos proporcionados por el TCU, el suicido es la tercera causa de muerte de adolescentes en Costa Rica.
El proyecto se ha encargado de transmitir información relevante sobre el tema a través de diversos productos como panfletos y libretas informativas, algunos elaborados en conjunto con el Ministerio de Salud y otros por las y los estudiantes inscritos en el TCU.
Las experiencias de trabajo con las comunidades fueron compartidas por estudiantes del TCU y su coordinadora, la Dra. Marisol Jara Madrigal, durante el foro Aporte del trabajo comunal universitario en la promoción de la salud mental costarricense. El foro permitió discutir acerca del trabajo y alcance del proyecto así como el tratamiento de la salud mental a nivel nacional.
Además de talleres y capacitaciones, el proyecto ha establecido vínculos con hospitales psiquiátricos, centros diurnos y de cuidados paliativos en donde las y los estudiantes brindan servicios de acompañamiento, terapia ocupacional y desarrollo cognitivo.
De acuerdo con Jara, el objetivo del proyecto es el mejoramiento de la salud mental de las personas por medio de la promoción de estilos de vida saludable, un factor que ha empeorado a con el paso del tiempo.
“A nivel nacional, estamos viendo un aumento del índice de presencia de trastornos mentales, pero no solamente por personas que tienen algún tipo de disposición genética para presentar este tipo de trastornos, sino por las condiciones socio familiares o laborales que se están dando en el país”, indica Jara.
Para Alejandra Hernández Álvarez, estudiante de Psicología, trabajar en el Hospital Psiquiátrico Dr. Chacón Paut representa un reto para ella y sus compañeros, ya que es la primera vez que realizan ejercicios de estimulación cognitiva en este tipo de ambientes controlados, razón por la que han tenido que adaptar metodologías y encontrar diferentes recursos para trabajar con los pacientes.
“[Me motiva] el hecho de estar trabajando día con día todas las semanas y ver ese progreso, que aunque hicieran un rayón con la pintura eso era un logro increíble y aunque fuera un pequeño logro era un pequeño gran logro”, afirma Melany Rojas Camareno, estudiante de Educación Especial que asistió tanto en el hospital como en centros de cuidado paliativo.
EL TCU también presta sus servicios al Centro de cuidados paliativos de San Isidro y centros comunales en Upala, donde además de brindar atención a personas adultas mayores, han organizado capacitaciones sobre los riesgos de los cuidadores informales y el cuidado geriátrico.
Mainor Montero Salazar, estudiante de Enfermería, asegura que si bien el aporte de la universidad en estos lugares es invaluable, ya que en muchos casos es el primer acompañamiento que reciben estas personas, aún queda mucho trabajo por hacer.
“Realmente necesitamos de los estudiantes para que participen acá y se pueda aprovechar, hay mucho trabajo que aún se puede hacer por los adultos mayores que necesitan este estímulo y esta actividad”, señala Montero.
De acuerdo con Jara, una gran mayoría de las personas tratadas en este tipo de espacios aún posee capacidades para reincoporarse a la sociedad, muchos incluso poseen títulos universitarios. Debido a esto, la doctora considera importante la sensibilización del público general ante las personas que padecen de estos trastornos y en el desarrollo de políticas preventivas.
“La universidad tiene que trabajar más en la parte de prevención y promoción porque eso le sale más barato al país que la parte rehabilitativa, (...) porque salud mental no es trabajar con trastornos mentales sino que tiene que definirse como la convivencia que tiene el ser humano consigo mismo, con su medio y con los demás”, concluye Jara.
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