Tropicalización de la Tecnología: el TCU que transforma las comunidades del país
Un proyecto que inspira a jóvenes y niños a través de la tecnología

Estudiantes del TCU le enseñan el funcionamiento de la tira de LEDs y de la regleta inteligente a estudiantes de la Escuela Laboratorio de Turrialba. Foto: cortesía del TC-691
El Trabajo Comunal Universitario "Tropicalización de la Tecnología" (TC-691), desde su creación, ha venido realizando acciones que marcan una diferencia significativa en comunidades rurales y urbanas de Costa Rica al acercar la tecnología a niñas, niños y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad. Su propuesta se basa en "tropicalizar" la tecnología, es decir, adaptarla y aplicarla a las realidades y necesidades locales, con el fin de contribuir al desarrollo integral y sostenible de las comunidades.
“El TC-691 Tropicalización de la Tecnología surge a partir de un proceso reflexivo de docentes de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, como Teodoro Willink y Fabián Abarca, que en su momento tuvieron la visión de que la Universidad contaba con las herramientas y el recurso humano para favorecer el desarrollo integral de determinadas comunidades del país mediante la tropicalización de la tecnología”, explicó Helber Meneses Navarro, coordinador del proyecto.
El proyecto ha desarrollado múltiples actividades orientadas a distintos públicos, destacando sus talleres de preparación para el examen de admisión de la UCR y UNA, tanto virtuales como presenciales, dirigidos a estudiantes de décimo y undécimo año de zonas alejadas y de escasos recursos. Por medio de estos espacios, jóvenes de colegios como el Liceo Antonio Obando Chan en Barranca, el Liceo Diurno La Cruz en Guanacaste y el Liceo de Purral en Goicoechea han podido fortalecer sus conocimientos en áreas clave como matemáticas, razonamiento lógico y comprensión lectora, aumentando sus oportunidades de acceso a la educación superior.
Justin José Jiménez Jiménez, estudiante de Ingeniería Eléctrica, matriculado en el TCU, destacó el valor de estas iniciativas: "Se trata de un proyecto que requiere dedicación, que permite aprender constantemente y tener un impacto directo en poblaciones importantes del país, como niños, niñas y adolescentes. En el caso de las clases de admisión, se destaca la satisfacción de acompañar de forma continua al estudiantado, observando su progreso académico y fomentando la participación activa durante las lecciones."
Además, el proyecto ha realizado giras educativas a centros como la Escuela Jesús Quesada Alvarado en Palmichal de Acosta, donde se realizó en el año 2023 la creación de un videojuego utilizando la herramienta Make code, en donde estudiantes del TCU acompañaron a las personas estudiantes de tercer a sexto grado en la programación de los videojuegos. Durante este año también se realizó una feria de prototipos utilizando arduinos y la importancia del uso de la tecnología y la ingeniería para situaciones cotidianas.
Asimismo se han realizado visitas a la Escuela Laboratorio de Turrialba, y la Escuela Bajo Cerdas, donde estudiantes universitarios presentan prototipos tecnológicos diseñados para despertar el interés en la ciencia, la tecnología y la ingeniería. Entre los prototipos elaborados destacan los carritos robóticos, un carrito seguidor de línea y el basurero inteligente, los cuales combinan creatividad, electrónica y programación.
Vivian Fallas López, orientadora de la Escuela Jesús Quesada Alvarado, relató el impacto que estas experiencias han tenido en su comunidad: "La comunidad donde está ubicada la escuela es rural y cuenta con pocas oportunidades. En las dos ocasiones en que hemos recibido visita del TC-691, las personas estudiantes han mostrado gran interés, ya que viven experiencias educativas distintas, especialmente en áreas como la programación y la tecnología aplicada."
Este vínculo estrecho con las comunidades educativas surge como resultado de un proceso reflexivo llevado a cabo entre docentes y estudiantes del TC-691 sobre cómo mejorar el porcentaje de estudiantes provenientes de zonas alejadas de la Gran Área Metropolitana que ingresan a las universidades públicas , del deseo de atender desigualdades en el acceso a la tecnología y a la educación superior.
“En la mayoría de los casos, algunos estudiantes del TC-691 provenían de estos colegios y surgió la posibilidad de establecer un vínculo para apoyarlos, con el fin de mejorar el ingreso de sus estudiantes a la educación superior de alta calidad”, detalló Meneses.
Para Jimena González, asistente del TCU y ex estudiante participante, el proyecto no solo significa una oportunidad académica, sino también personal:
"Profesionalmente me ha dejado experiencia en programación, principalmente de microcontroladores, y habilidades blandas, como el trabajo en equipo y la comunicación efectiva. Personalmente, lo principal ha sido la gente; el TCU me permitió conocer muchas personas que hoy son amistades cercanas."
El TC-691 demuestra que la tecnología puede ser un puente poderoso y valioso para la inclusión y la transformación social, siempre y cuando ésta se ponga a disposición de poblaciones vulnerabilizadas.
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