Comunidad Ngäbe-Buglé de Sixaola lucha por el acceso a derechos básicos
Los niños, niñas y mujeres son las más perjudicadas por la falta de documentación, les impide acceso a educación y salud. Foto Alonso Chaves
La comunidad indígena Ngäbe-Buglé de Sixaola en conjunto con estudiantes y docentes de la carrera de Comunicación Colectiva con énfasis en Comunicación Social de la Universidad de Costa Rica (UCR) trabajan para generar cambios y transformaciones que permitan mejorar la calidad de vida de esta población.
Esta población ha sido históricamente invisibilizada y se le han negado sus necesidades más básicas como el acceso a ciudadanía, a la salud y a la educación, afirma la docente Yanet Martínez Toledo, colaboradora del proyecto.
Adicionalmente, a pesar de ser una comunidad originaria transfronteriza, no se les reconoce como tal y es tratada como migrante, en donde el vínculo laboral ha sido el único medio por el cual los hombres, han tenido acceso a un permiso de residencia, lo que genera que haya muchos niños, niñas y mujeres sin acceso a garantías básicas.
Martínez afirma que uno de los errores más comunes es la confusión que existe entre la población Ngäbe-Buglé de la Zona Sur y la que se encuentra en Sixaola, ya que las condiciones son completamente diferentes: “cuando se dice población Ngäbe Buglé la gente tiende a pensar en Zona Sur o en Zona de los Santos, [en cambio] la población Ngäbe Buglé de Sixaola tiene la peculiaridad de que primero, están en zona bananera en términos productivos y la segunda es que ellos no van y regresan [como es el caso de la población de Zona Sur], sino que viven ahí en esa zona. Algunos viven hace 30 años ahí”.
Esta confusión, afirma la docente, no solo ha generado una invisibilización de las condiciones de esta población, sino que no se les tomó en cuenta en el Censo que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el 2011, lo que genera que queden excluidos de toda política pública que tome como referencia los datos demográficos que arroja el Censo.
Proyecto surge como respuesta a necesidades específicas
Desde la concentración de Comunicación Social se comienza a trabajar con esta población en el año 2016, con un proceso de diagnóstico en el que se identifican una serie de problemáticas a las que se enfrenta esta comunidad. Posteriormente surge la necesidad de atender demandas específicas, lo que se logra a través del proyecto de acción social “Comunicación social y comunidad: aprendizaje y acción para el cambio en procesos comunitarios” (ED-3341) en el año 2018.
El proyecto identificó que el principal problema que enfrenta esta población es que no tienen acceso a ciudadanía, de manera que muchos de sus derechos les son negados. De esta manera, se inicia un proceso para: atender necesidades de comunicación diseñar una estrategia de incidencia política y coordinar acciones con la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) y representantes de la comunidad para mejorar procesos de documentación de estas personas.
El proyecto también busca articular los vínculos entre docentes, estudiantes y comunidad que se desarrollan desde diferentes cursos de la carrera.Estefany Jiménez Oviedo, estudiante de Comunicación Social, afirma que participar en este proyecto ha sido una gran experiencia en su desarrollo profesional.
“Es la experiencia académica-profesional más fuerte que he tenido, porque estuve desde el inicio. Creo que de los aprendizajes más importantes ha sido [reconocer] que el trabajo en comunidad establece vínculos y no puede generarse afuera y no puede apartarse de lo personal tampoco”, afirmó.
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