Despacio, juntos y en lancha: hacer acción social en Puntarenas
Diversos proyectos trabajan en islas puntarenenses. En la foto las pangas que salen de La Penca, ubicada en la Península de Nicoya, hacia Isla Venado. Foto: cortesía del TC-702.
Privados de libertad moldeandose a golpe de tambor. El sol mañanero en la piel morena del pescador. Niñas y niños dando sus primeros pasos en un nuevo idioma. Mujeres isleñas expresando sus saberes ancestrales, su memoria viva.
Esta es parte de la esencia de los 42 proyectos de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) que trabajan en la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica (UCR). Su trabajo abarca temáticas tan variadas como arte, salud, productividad, derecho a la comunicación, gestión comunitaria y turismo.
La acción social del Pacífico se mueve por una amplio territorio. Hay proyectos trabajando en zonas como Esparza, Barranca, El Roble, Chacarita, Paquera, Monteverde, Chomes, Miramar, Garabito, Manzanillo, La Flor de la Islita, Isla de Chira y Costa de Pájaros, además de las instalaciones universitarias.
En estos lugares se comparte con personas adultas mayores, mujeres, niñas y niños, adolescentes, jóvenes, población sexualmente diversa y penitenciaria, entre otras.
Algunos de los proyectos que desarrollan son la Etapa Básica de Artes Integradas (EC-430), el Ensamble de percusión y comparsa (EC-248), el proceso de comunicación radial Desde la mar (EC-462), el de Acompañamiento a MYPIMES del Pacífico Central (TC-653) y el de Desarrollo turístico en diversas islas (ED-3345).
María José Quesada, coordinadora de Acción Social de la Sede del Pacífico, destaca que uno de los retos más grandes para los proyectos es la asignación de cargas de trabajo. No todos los coordinadores tienen tiempo laboral asignado, por lo que a menudo los docentes tienen que conciliar el desarrollo de cursos y el trabajo de acción social ad honorem.
“Eso se convierte en un reto, porque es un proyecto de acción social donde la gente le pide seguimiento, no es solo llegar de vez en cuando, ellos quieren que haya una constancia en su trabajo. Cuando se asignan cargas, la prioridad es la docencia y lastimosamente en la acción social tenemos que esperarnos a ver qué sobró”, agregó.
El manejo del tiempo es muy importante para los proyectos. Influye en el desplazamiento a las comunidades, muchas de ellas isleñas, lo cual conlleva un planeamiento muy anticipado. Pero es aún más determinante al tratar con las personas, pues usualmente las comunidades puntarenenses tienen un ritmo de vida más lento que el universitario. Por eso es imprescindible el trabajo en conjunto.
“Una de las características que más me encantan de la sede del Pacífico es que aquí todos somos un sólo equipo de trabajo. No sólo porque yo esté en mi proyecto u otro esté en su proyecto, sino que todos nos apoyamos. Y desde el punto de vista académico o administrativo, siempre hemos tenido una gran apertura y un gran apoyo”, expresó Daniela Gómez Navarrete, docente de la Sede y coordinadora de un proyecto de acción social.
Al trabajo docente y administrativo se suma el de las y los estudiantes de las diez carreras que se imparten en el Pacífico. Algunas de ellas, como Gestión Cultural e Informática y Tecnología Multimedia son únicas de esta sede y permiten adaptarse de mejor manera a las necesidades y características de la región, que enfrenta el reto de ser la más pobre del país.
“Es muy satisfactorio ver la cantidad de población impactada y la cantidad de comunidades a las que hemos llegado. Eso ha sido de los principales logros, que hemos llegado a rincones súper alejados. En lanchas, caminando por la arena, en condiciones sumamente difíciles, pero hemos llegado hasta ellos”, concluyó Quesada.
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