La UCR está comprometida con la afrodescendencia costarricense
La Acción Social contribuye al rescate gastronómico y de las manifestaciones artísticas de la cultura afrocostarricense
La Sede Regional del Caribe, Correos de Costa Rica y la asociación Heritage Puerto Limón unieron esfuerzos para el diseño un matasello y un sobre conmemorativo al Mes Histórico de la Afrodescendencia, que rinde homenaje a dos ciudadanos que hicieron valiosas contribuciones al país: la docente Prudence Bellamy Richards y el abogado Alex Curling Dessler. Foto cortesía Correos de Costa Rica
Según el último Censo Nacional, realizado en 2011, las personas que se autoidentificaron como afrodescendientes o negras llega a un 8% de la población total. Esto representó un avance significativo, ya que en la estadística anterior del año 2000 ese porcentaje no llegaba ni siquiera al 2%, lo se que se considera un logro en materia de visibilización cultural.
Uno de los hitos que han contribuido a esa visibilización es la celebración del “Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense”, así aprobado en 2011 mediante Ley Nº 8938, ocho años después se convertiría en el Mes Histórico de la Afrodescendencia por Ley 9526. Inicialmente se denominó “Día del Negro”, así propuesto por el Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC) y sancionado durante el gobierno de Rodrigo Carazo Odio (1978-1982).
Como parte de su aporte, la Vicerrectoría de Acción Social (VAS), de la Universidad de Costa Rica (UCR), mediante la Sede Regional del Caribe tiene en ejecución 26 proyectos que inciden la calidad de vida, turismo sostenible, artes, conservación ambiental, acompañamiento educativo y rescate de la herencia cultural de esa zona.
Además, la UCR se unió al homenaje realizado a dos ilustres limonenses, ambos destacados en el diseño de un matasellos dedicado al Mes Histórico de la Afrodescendencia: la maestra y poetisa Prudence Bellamy Richards, quien fuera más conocida como la “Niña Pru”, y el abogado Alex Curling Dessler, quien fue la primera persona afrodescendiente en ser elegida como diputado de la Asamblea Legislativa.
El matasellos irá acompañado por el sello postal del manatí, que es parte de la serie filatélica Hacia el Bicentenario, que gracias a una iniciativa de estudiantes de la Escuela Limoncito, ubicada en Limón, fue aprobado por el Estado como símbolo nacional de la fauna marina. Por su parte, la Sede Regional del Caribe gestionó la producción del sobre conmemorativo, que con la propuesta de la agrupación Limón Heritage, propuso incluir una imagen del barco Lizzy, identificado como el primer vapor en el que llegó el primer grupo de 126 ciudadanos jamaiquinos para trabajar en el ferrocarril.
El magíster Axel Alvarado Luna, coordinador de Acción Social de dicha sede,comentó que “el barco Lizzy quedó en el inconsciente colectivo de Limón y ha trascendido al Caribe costarricense, ahora inmortalizado en el Matasellos, recuerda a los pasajeros que trajeron consigo sueños de esperanza y también sus manifestaciones culturales. El aporte de estos migrantes antillanos fue tan rico como la Anexión del Partido de Nicoya, por lo que la Sede del Caribe, Heritage Puerto Limón y Correos de Costa Rica honramos el aporte de los primeros jamaiquinos que vinieron en ese barco”.
Estas ilustraciones del sobre “nos recuerdan como la Ciudad de Limón ha sido parte de nuestra historia y cuántas veces desde la educación, el arte, la política ha aportado a construir una Costa Rica mejor”, comentó la Lic. Ligia Oviedo, encargada del Museo Filatélico de Correos de Costa Rica.
Una Sede con corazón caribeño
De acuerdo con el investigador Alvarado, “durante la celebración del mes de la afrodescendencia la sede brinda colaboración a la asociación de pescadores artesanales del Caribe Sur, propiamente en los desfiles que realizan en Puerto Viejo y Cahuita. Ésta incluye desde apoyo en comidas y bebidas, participación de grupos artísticos del preuniversitario de música y del grupo de danza de la sede. Además, se participa y apoya en el Gran Parade del 31 de agosto en el cantón central de Limón, en donde generalmente se confecciona una carroza para el desfile”.
Asimismo, se organizan charlas y exposiciones relacionadas con la temática de la afrodescendencia. Y para el segundo ciclo, se iniciará con un nuevo proyecto denominado Kryol Kaana que consiste en una casa cuna en donde se impartirán clases de criollo limonense a 10 menores de edad entre los tres y cinco años de edad. La idea consiste en rescatar el idioma materno que por diferentes razones está desapareciendo del habla de la población afrodescendiente.
Uno de los proyectos de Acción Social que se sumará al Mes Histórico de la Afrodescendencia es el denominado “Cultura Caribe en la Danza” (EC-38), que tiene como objetivo difundir las manifestaciones culturales limonenses por medio de la danza, con el fin de fortalecer la identidad cultural regional.
Las coreografías reflejan la riqueza y diversidad de los aspectos identitarios limonenses y se realiza constante capacitación en técnicas de expresión corporal, estilos y tradiciones de las danzas, así como las de herencia africana. Asimismo, el grupo participó en el “Wolaba Parade, que se realizó en Puerto Viejo el 27 de agosto, como parte de las celebraciones de la afrodescendencia, trabajamos desde junio en talleres impartidos por portadores de tradición en danza calipso. Durante este desfile mostramos un par de coreografías en ese ritmo”, comentó Samantha Carrillo Arroyo, docente coordinadora del grupo.
“Este año ha sido de reactivación, ya que previo se hicieron muchas actividades virtuales, y nos hemos ocupado en acercar a la gente. La idea es continuar con la misión del grupo de la mano de la música calipso, y con el apoyo de talleristas estamos en esa tarea”, agregó Carrillo.
Lo “afro” en el alma costarricense
La visión “vallecentrista” ha limitado al Caribe lo afrodescendiente, pero la realidad es que está presente en todas las provincias, ya que trasciende el color de piel o los rasgos étnicos. Ésta se refiere a una multiplicidad de manifestaciones culturales que incluyen el idioma, la gastronomía, el arte y las enormes contribuciones que desde su llegada al territorio han hecho a la historia costarricense.
La población costarricense tiene un 11.7% de herencia genética afrodescendiente. Ese porcentaje es mayor en el Caribe, llegando al 30%, 14% en la región guanacasteca, 8% en la zona Sur y 6% en el Valle Central. Por lo tanto, se puede asegurar que la genética costarricense es una mezcla de las etnias negra, indígena, blanca y de otras, fruto de las constantes migraciones desde la conquista española, quienes no eran totalmente blancos porque siglos previos de su llegada a América se produjeron migraciones hacia la península ibérica.
Durante el periodo de la Colonia, los españoles trajeron personas negras esclavizadas que fueron confinados en algunos sitios. Por ejemplo, en Cartago hubo una población afrodescendiente, cuyos poblados estaban divididos de los habitados por blancos con una Cruz de Caravaca, siendo uno de los más importantes la Puebla de los Pardos, sitio donde la leyenda ubicó la aparición de la Virgen de los Ángeles.
Incluso, estudios históricos han reconocido que el “Erizo”, Juan Santamaría, fue una persona afrodescendiente. De hecho, en 1793, en Alajuela de cada 100 personas 13 eran mulatos, 76 mestizos y solamente 11 se identificaban como españoles.
Según investigaciones de Quince Duncan Moodie, previo a la Independencia, el Censo de Monseñor Thiel determinó que CR tenía 52591 habitantes, de los cuales, de cada 100 personas: 17 eran mulatos, 1 negro, 16 indígenas y 9 españoles o “blancos”, y 58 se clasificaron como mestizos. Además, posteriormente, un tercio de las mujeres y más de la mitad de hombres negros estaban en matrimonios racialmente mixtos, aunque a ellas se les aplica la Ley del Vientre que determinaba que si la madre era esclava su descendencia también lo sería.
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