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Niños, niñas y madres de Tirrases aprenden sobre sus derechos jugando

Fecha de publicación:


Jue, 29/09/2016

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Autoría:


Angélica Castro Camacho (Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social)

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La actividad organizada por el Día del Niño y la Niña fue especial para los tirraseños, ya que en su escuela no había ninguna celebración planeada. Foto: Angélica Castro.

La Estación Experimental de Ganado Lechero Alfredo Volio Mata, en Tres Ríos de Cartago, se llenó de globos, queque y juegos, el pasado viernes 9 de setiembre. Niñas, niños y madres del cantón de Tirrases de Curridabat, pasaron la mañana ventosa y soleada pintando, corriendo y celebrando el Día del Niño y la Niña.

La actividad fue organizada por el proyecto de Extensión Docente (ED-913) Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción social de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA); en conjunto con el programa Puente al Desarrollo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y los trabajos comunales universitarios (TCU) en Justicia y Prevención de la Violencia Social (TC-615) y Promoción de los derechos y deberes de la niñez y la adolescencia en espacios urbanos pobres (TC-507) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Fernanda Vega Alfaro, asistente del PRIDENA, comentó que esta actividad forma parte de una estrategia local que se está desarrollando en Tirrases desde inicios del 2016. El plan surgió de una solicitud planteada por funcionarias del IMAS, ante las condiciones vulnerables de la comunidad.

El objetivo es trabajar temas relacionados a sus realidades cotidianas y a derechos humanos, específicamente los de la niñez y la adolescencia. Vega comenta que al ser Tirrases una zona urbano marginal, hay condiciones de pobreza extrema y violencia social que hacen necesario trabajar el tema de derechos humanos de estas poblaciones.

El proyecto comenzó en febrero con un diagnóstico a 60 personas de la comunidad, con el fin de conocer su postura sobre los derechos humanos, cómo se visualizan dentro del grupo y los espacios comunitarios que favorecen o dificultan estos derechos. Con base en el análisis se seleccionó a 30 personas para continuar con la estrategia, aproximadamente 20 niños y niñas y sus madres.

La estrategia planteó 10 sesiones, en las que se divide a los participantes en dos grupos, uno de madres y otro de niños y niñas. En cada uno se aborda el mismo tema, pero con enfoques diferentes. Entre los temas tratados se encuentran los derechos de la niñez, la comunicación asertiva, el manejo de la violencia en casa y la libertad de expresión.

“El objetivo de trabajar no solamente con los niños y con las niñas, sino también con las personas encargadas, es que creemos que tiene un mayor alcance cuando las personas encargadas de los niños y las niñas reconocen cuales son sus derechos, reconocen cuales son las estrategias para validar esos derechos y dar un acompañamiento cuando es necesario” explicó Fernanda Vega.

Keylin Sanabria, madre de Yasiel, de 5 años, entró en el proyecto por medio del IMAS. Ella opina que ha sido una experiencia bonita, donde pueden aprender y compartir todos juntos. A Sanabria le parece importante el proyecto porque los niños y niñas “tienen que saber cuáles son los derechos de ellos, el derecho a jugar, de ser libres”.

La actividad del 9 de septiembre no forma parte de las 10 sesiones de trabajo, estaba dirigida a abrir un espacio recreativo, en el que las niñas, niños y sus mamás pudieran salir de los ambientes comunes. Es por esto que durante la mañana se realizaron juegos y dinámicas y se les dio un tiempo de esparcimiento libre.

La estudiante Joselyne Chavarría Rodríguez está realizando su TCU en el proyecto Justicia y Prevención de la Violencia Social por su afinidad con la psicología educativa. Durante el proceso se ha identificado con la metodología, ya que piensa que es muy importante que los niños aprendan con actividades entretenidas y que los temas se ajusten a los distintos grupos con que se trata.

Chavarría considera que el proyecto es valioso porque da “una visión de la realidad del país o de ciertas zonas y no es tan cristalizado como cuando se lo dicen a uno en clase”. Además opina que lo más importante es que “se puede integrar la actividad de madres e hijos y que se pueden abrir espacios que no existirían de no ser por el TCU. Para mí eso es lo principal” concluye.

La última sesión del proceso en Tirrases se realizará el viernes 30 de septiembre, en el Salón de la Iglesia de la comunidad. El objetivo es concluir con una evaluación de los aprendizajes desarrollados durante todo el proceso, así como obtener las impresiones de las familias y determinar qué queda pendiente por trabajar.
 

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