Reto de las prácticas saludables llegó a la Sede del Atlántico de la UCR
“La actividad me pareció bastante divertida, nos viene a incentivar esas buenas prácticas que tenemos que hacer todos los días
En medio de los exámenes, giras, ejecución de actividades y trabajos finales propios de fin de semestre; estudiantes de los Recintos de Guápiles, Paraíso y Turrialba de la Universidad de Costa Rica (UCR) decidieron darse el tiempo para asistir al Reto de las Prácticas Saludables.
La actividad se realizó el pasado 20 de noviembre, en el Recinto de Turrialba y fue organizada de manera conjunta por las oficinas de Trabajo Comunal Universitario (TCU) y Bienestar y Salud (OBS), en coordinación con personal de Acción Social y Vida Estudiantil de la Sede del Atlántico.
Según Saúl Aguilar Morales, jefe de la Unidad de Promoción de la Salud de la OBS, la actividad “pretende brindar herramientas de conocimiento para el manejo de emociones, alimentación saludable y propiciar la actividad física en los y las estudiantes universitarios”.
Con una metodología lúdica, cada participante rotó por 3 estaciones: la primera consistió en el reconocimiento de las emociones y su manejo en la convivencia social; la segunda sobre alimentación saludable, donde se brindó información nutricional y hábitos alimenticios; y la tercera abarcó ejercicio físico como una manera de fortalecer la salud corporal y mental en la vida universitaria. Para la orientadora del Recinto de Turrialba, Licda. Kattia Badilla Fuentes, la propuesta le ha permitido compartir con estudiantes y docentes, información profunda en los temas que se abordaron.
“El Reto de las prácticas saludables me pareció entretenido, realmente se espera que el estudiante aprenda bastantes actividades y que ponga en práctica lo aprendido en cada una de las estaciones. También me pareció importante retomar el hecho de que en la Universidad no solamente son aspectos académicos, sino también es la parte humana de cada uno de los estudiantes y que sea consciente que no sólo estamos en la universidad para ganar un título sino para disfrutar de este ambiente universitario”, indicó Kimberly Daynna Oporto Montero, estudiante matriculada en el TC-663 “.
Esta es la primera vez que se organiza la actividad en el recinto, pues en años anteriores se ha realizado en la Sede Rodrigo Facio. La actividad busca favorecer la condición de salud de los y las estudiantes y generar un espacio de aprendizaje acerca de temas que forman parte de su vida no curricular. Además, es una oportunidad para generar nuevas metodologías de trabajo e interacción con estudiantes matriculados en los proyectos de Trabajo Comunal.
El profesor Cristian Brenes, docente de la Sede y responsable del proyecto TC-645 considera que la actividad tiene 2 puntos fundamentales para el desarrollo exitoso del TCU, “el primer momento donde se desarrollan las habilidades y actitudes desde la parte afectiva, emocional y de interrelaciones que es indispensable, porque nuestro TCU lleva acciones a las comunidades que tienen condiciones bastante limitadas y el estudiantado debe saber que va a necesitar de las otras personas con las que va a compartir más allá del trabajo que se requiere”.
El otro momento tiene que ver “cuando trabajamos con la parte afectiva, las emociones y los sentimientos porque como docentes de TCU a veces olvidamos que hay mucho en juego más allá de las capacidades de los estudiantes para desempeñar una actividad y tiene que ver con su estado emocional, con lo que le ha pasado en ese momento, y de pronto otra persona puede estar en mejor condición emocional para asumir la actividad y esta pueda tener mayor éxito”, indicó el docente.
Para el próximo año se espera dar continuidad a la actividad a fin de favorecer los procesos de inducción y de trabajo que los docentes realizan con los y las estudiantes de TCU y los procesos que se realizan en las comunidades.
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