La  Semana de la Madre Tierra celebrada en la Universidad de Costa Rica (UCR), provocó una reflexión sobre la diversidad cultural y la educación pública a través de las distintas conferencias y coloquios, las manifestaciones culturales como el Sorbón, baile tradicional Bribri, el Yimba Cajc, Juego de los diablitos, la presentación del grupo artístico Non Cuanxa y la participación del especialista mejicano José Manuel del Val Blanco etnólogo y antropólogo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México. 

Cuatro coloquios con la participación de José del Val permitieron compartir la experiencia desarrollada en su labor académica y conocer a viva voz sobre el Programa Universitario México, Nación Multicultural – de la UNAM, y los estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad.

Las actividades iniciaron el 15 de noviembre en la sede del Caribe donde se produjo el análisis de las experiencias de trabajo con pueblos indígenas en la Educación Superior. Al día siguiente, un encuentro semejante se desarrollo en la sede del Atlántico y en la sede Rodrigo Facio.

El 17 de noviembre en la Facultad de Educación, la conversación giró sobre Pueblos Indígenas y Educación Superior, y los retos en la construcción de instituciones culturalmente pertinentes. El 18 de noviembre la mesa redonda fue sobre diversidad cultural y el carácter de la interculturalidad.

El 17 de noviembre desde las 8 a.m se mostraron artesanías en la Escuela de Arquitectura y a la 1 p.m. se presentó el grupo artístico Non Cuanxa en el Jardín de Bellas Artes. El cine UCR presentó Hija de la Laguna en el Auditorio de la Facultad de Derecho a las 6:30 p.m.

El 18 de noviembre se presentó Yimba Cajc- Juego de los diablitos y luego de un recorrido en la Facultad de Arquitectura, el grupo cultural Kigaribu Ngabe mostró su trabajo.

José del Val, remarcó como la discriminación, el racismo, la ausencia de equidad han provocado movilizaciones étnicas en Latinoamérica. En las últimas décadas del siglo XX, los movimientos indígenas obtuvieron transformaciones, en algunos casos, se modificaron algunas constituciones nacionales.

Reconocer el carácter multicultural y la pluralidad étnica de un territorio con lleva retos y una crítica profunda de los modelos de nación y según lo argumentó del Val, las universidades poseen un papel primordial en ese debate y en la búsqueda de los cambios que necesitan las sociedades.

El académico mexicano explicó como el indigenismo ha sido una fuerza de transformación y puso como ejemplo Mexico, país sobre el cual puede hablar con mayor propiedad. Recordó del Val que nuestros países se edificaron a imagen de las sociedades occidentales, la labor de las universidades es explicar la dinámica de esos procesos desde otra mirada, no colonial.

En México, en diciembre de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional levantó en Chiapas la urgencia de participación de los pueblos en la construcción de sociedades más justas, y esa presencia política indígena conmovió el continente, otro tanto se produjo en países sureños como Bolivia, los movimientos indígenas cambiaron el rumbo y han removido también las universidades.

Del Val Blanco contribuyó a reflexionar junto a los universitarios Hannia Watson, Ali García, Marco Guevara, Vania Solano, el rector Henning Jensen y los jóvenes de territorio indígenas que estudian en las universidades públicas quienes estuvieron de acuerdo que el reconocer la diversidad cultural es solo el primer paso para la construcción de un país pluriétnico y multicultural con equidad.