Abriendo camino hacia la verdadera inclusión
Uso del lenguaje de señas costarricense (LESCO) en la primera infancia.
Leilani Ruiz Gamboa, estudiante del CIUB, responde al llamado de la lista de clase y representa la inicial de su nombre en LESCO. Foto: cortesía CIUB.
Desde el 2019, en el Centro Infantil Universitario Bilingüe (CIUB) se imparte el lenguaje de señas costarricense (LESCO) de manera natural durante las clases regulares, lo que además de ser una forma de llevar la inclusión a la práctica, ha impactado la vida de cada una de las personas de la comunidad educativa.
Todo comenzó cuando una de las docentes de ese año, María José Segura, sintió la curiosidad de compartir con las chicas y los chicos de su grupo el conocimiento que estaba adquiriendo en el curso de LESCO en el que estaba matriculada. Las niñas y los niños lo aceptaron gustosos y mostraron cada día mayor interés por esta nueva forma de comunicación que se les estaba presentando.
Con este grado de aceptación y para afianzar esta actividad como parte del currículo del CIUB, la dirección del centro promovió la capacitación del personal docente en LESCO. Las docentes Tatiana Chaves y Katherine Medrano, accedieron gustosamente e ingresaron a los cursos brindados por la Asociación de Sordos de Limón (ASOLI) para compartir los nuevos conocimientos adquiridos con los niños y niñas del centro infantil. De esta forma se inició una práctica que permanece hasta el día de hoy, en donde toda la comunidad del CIUB se vio atraída y se convirtió en un ejemplo para otros centros educativos de la zona que lo adoptaron también.
¿Cómo se logró?
En el CIUB, el aprendizaje del LESCO como una forma de comunicación con las demás personas, se imparte de forma paralela con los objetivos planteados en los programas del Ministerio de Educación Pública y de acuerdo al currículo humanista del CIUB es decir, se implementa una formación integral e inclusiva en donde los niños y las niñas no solo se desarrollan de acuerdo con sus intereses y necesidades, sino que aprenden el idioma inglés y el LESCO de manera inmersiva. De ahí la importancia que no sea una persona externa al centro la que fomente el uso de estas formas de comunicación, sino que sea la misma docente quien lo incentive, para que la naturalidad y constancia estén presentes.
Esto quiere decir que si se están implementando experiencias con la temática de los colores, los infantes participan de actividades donde poseen la posibilidad de practicar el vocabulario en inglés y en LESCO a la vez. Esta práctica de manera natural y conjunta, además de que le ha encantado a la población infantil, ha obtenido una muy buena aceptación por parte de las familias, las cuales apoyan la adquisición y práctica del vocabulario en casa y en los ambientes cotidianos.
De acuerdo con la docente Katherine Medrano “el aprendizaje se fue dando de forma natural y basado en los gustos de los niños y las niñas, dando como resultado un mayor interés de parte de ellos y ganas de mostrar lo aprendido a sus familiares en el hogar”.
La edad no ha sido una limitante para la adquisición del lenguaje de señas, pese a lo que muchas personas creerían. En la cotidianeidad hemos visto que lejos de ser un obstáculo, la niñez ha tenido tanta aceptación que todos aprenden y disfrutan sin importar cuántos años poseen.
La familia de Matthew Calvo nos comentó que a su hijo (que actualmente posee 3 años), le ha gustado mucho el LESCO y cada día se muestra más interesado. “Desde sus dos años, al hablar y expresarse utiliza el vocabulario aprendido en clases en acciones cotidianas tanto dentro como fuera del hogar”. En conversaciones informales, las familias reiteradamente mencionan el orgullo que sienten al ver a sus hijos e hijas utilizando más de un idioma en sus conversaciones, combinando el español, el inglés y el LESCO al hablar y lo mejor, incluyendo a todos en la sociedad sin ninguna barrera de comunicación.
Para lograrlo, además de trabajarlo cada día durante las lecciones, las docentes elaboran regularmente videos que se envían al hogar, lo que facilita el acceso al vocabulario de señas y de manera sorpresiva, pero como un gran adicional, las familias también han ido aprendiendo LESCO, lo que nos refiere no sólo a la aceptación de la iniciativa sino al gran impacto que se ha tenido.
Los grandes avances que se han realizado en una población de niñas y niños de corta edad (2 a 5 años) han sido muy satisfactorios para el CIUB, las familias y el aporte que se ha brindado para la comunidad es realmente atrayente. Una de las actividades con mayor impacto que se puede mencionar es haber realizado el video de la interpretación del Himno a Limón en LESCO, dado que no existía un antecedente de este tipo (ni en adultos ni en población infantil). Lo anterior colocó al CIUB, con el acompañamiento de los profesores de ASOLI, como pionero en esta práctica, la cual tuvo muchísima aceptación en la comunidad.
El uso del lenguaje de señas es un pilar en la educación del CIUB, ya que se cuestionan sobre inclusión y sobre ¿qué están haciendo día a día para incluir a todas las personas?, El CIUB asume su misión con la meta de marcar una diferencia que impacte positivamente y con acciones concretas que ayuden a que las nuevas generaciones lleven la inclusión a niveles reales, más allá del discurso.
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