Perfeccionar la práctica de la música, observar a otros pianistas y oír sus comentarios son algunos de los beneficios que el XV Campamento de Piano de Palmares, organizado por el Conservatorio de Música de Occidente (ED- 577) de la Universidad de Costa Rica (UCR), le brindó a participantes como la señora Ana Sperguer -pianista avanzada-.

En este campamento participan pianistas y estudiantes de piano de todo el país.  En esta edición, realizaron actividades como talleres de rítmica, clases magistrales y recitales liderados por destacados profesores y profesoras de Costa Rica.  Además, el campamento contó con el Maestro Gregory Sioles, profesor invitado proveniente de la Universidad Estatal de Louisiana.

Estimular la pasión por el estudio del piano, elevar el nivel pianístico del país y brindar aportes de las y los docentes nacionales e internacionales son algunos de los objetivos de este campamento musical.

“El tema principal del campamento de este año es la música costarricense para pianos. Con esto estamos procurando promover que los profesores de piano del país pongan a sus estudiantes a estudiar música costarricense (...) Tenemos una gran carencia en el ambiente musical de conocer la música de nuestro país”, destacó el Dr. Jorge Carmona Ruiz, coordinador del campamento.

Para las y los participantes, la interacción con otros estudiantes de piano es fuente de realimentación y aprendizaje.  Así lo manifestó Manuel Vega Salas, otro de los participantes en el campamento.  Para él, “escuchar a otros compañeros es bastante enriquecedor (...) uno va mejorando con la experiencia no solo de uno, sino también con la de los demás.”

15 años de reunir a pianistas costarricenses

El Campamento de Piano de Palmares nació en el año 2000, de la mano de un grupo de músicos palmareños en conjunto con profesores y profesoras de la Escuela de Artes Musicales (EAM) de la UCR. La M.M. Sara Feterman fue la fundadora y coordinadora del campamento por más de 10 años y, además, la pianista dedicada de esta edición.

“La idea era reunir a los estudiantes de piano del país (...) para realizar un taller para motivarlos, para que aprendieran otras cosas, para que vieran a otros compañeros, a otros estudiantes tocando piezas diferentes, oír otras opiniones y otros profesores”, comentó. 

La estudiante Viviana Jiménez Vásquez tiene siete años de participar en estos talleres de piano. Ella tiene quince años de edad, que son precisamente los años que tiene el campamento. “Yo tengo 8 años de tocar piano y siempre me ha gustado, la música siempre me ha llamado la atención”, agregó.

Jiménez destacó que en el campamento se aprende y se hacen muchos amigos, componente de interacción social que Feterman también rescata como pilar del campamento.

La organización anual de esta actividad presenta desafíos como la publicidad para atraer a personas de distintas partes del país, la participación de docentes extranjeros y el alojamiento para quienes lo requieran. Aún así, los retos son superados año a año con éxito por la organización; se refleja en la calidad de los talleres que imparte el cuerpo docente, así como en el convivio que se genera entre quienes participan en el campamento. La alegría, el compañerismo y, especialmente, las ganas de aprender son elementos presentes durante todo el evento.

Respecto a los principales retos que tiene la enseñanza del piano en Costa Rica, para Carmona “el gran reto es lograr que los ticos nos movamos y que apreciemos la música, en todos sus géneros (...) sobretodo, valorar el tesoro musical que tiene Costa Rica”.

El XV campamento de piano se llevó a cabo del 13 a al 16 de julio en el Conservatorio de Música de Occidente de la Universidad de Costa Rica (UCR).