Escolares puntarenenses juegan, ríen y aprenden en Campamentos de Desarrollo Humano
Los talleres abordaron cómo desarrollar buen manejo de emociones y ser capaces de expresarse. Foto: Daniela Muñoz
Barcos, paisajes y flores trazadas sobre papel periódico, golpes de tambor y marimba, chasquidos sobre un güiro, carcajadas, gritos y carreras por los pasillos llenaron la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica (UCR) de alegría infantil, durante los Campamentos de Desarrollo Humano.
Con talleres de teatro, protección ambiental, percusión, marimba, habilidades resilientes, Kung Fu, apreciación de la música, presentaciones de danza y teatro, demostración de ejercicios bomberiles y un rally, estudiantes y docentes de la Sede recibieron a escolares provenientes de comunidades porteñas.
Decenas de niños y niñas de la Escuela Juanito Mora Porras, la Escuela Fray Casiano de Madrid y de comunidades como Miramar, Sardinal y Puntarenas centro se reunieron para compartir con los universitarios juegos y saberes sobre arte, cultura, prevención de la violencia, manejo de emociones y habilidades resilientes, entre otros temas.
De acuerdo con Daniela Gómez, docente y coordinadora de los campamentos, el programa se desarrolla en la Sede del Pacífico desde el 2017 y se han llevado a cabo siete ediciones, en distintos períodos de interciclo y con diversas poblaciones, con especial énfasis en niños y niñas, y adolescentes. “Queremos romper el paradigma de que la U es solo para estudiantes, docentes o administrativos, queremos que la gente se acerque, que toque puertas, que se apropie de la universidad”, comentó.
Xinia Rosales Flores, orientadora de la Escuela Juanito Mora Porras acompañó a una veintena de escolares al campamento y comentó que el espacio ofrece alternativas de recreación, exposición cultural y aprendizaje a una comunidad que usualmente carece de alternativas de esparcimiento sano.
Rebeca Calvo, trabajadora social de la Escuela Fray Casiano dijo que a sus estudiantes les encanta y les ayuda en su desarrollo, razón por la cual se coordina con la Sede su participación.
“Los chicos de la escuela, que está ubicada en un barrio altamente vulnerabilizado, probablemente pasaron las vacaciones metidos en la casa, hoy es el día de vacaciones más feliz, vienen a divertirse, a aprender cosas, a salir de la rutina”, relató y agregó que aspectos como el interés por los deportes o la música, las habilidades manuales, la creatividad y la capacidad para resolver conflictos han mejorado en quienes participan en el espacio.
Daniela Gómez concluyó que los tres años de campamentos han servido para que niñas, niños y padres conozcan la Universidad y su oferta de proyectos, cursos y grupos, al tiempo que se han establecido alianzas con instituciones locales como el PANI, Fuerza Pública, el Cuerpo de Bomberos y distintos líderes comunales a través de las cuales se fortalece el trabajo de acción social.
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