Desde el 18 de abril y hasta el 16 de junio se exhibe parte de la obra del escultor José Sancho en el Vestíbulo Administrativo A, en la Sede Rodrigo Facio.

La muestra titulada “Torsos de José Sancho” es una serie de desnudos femeninos que inician la búsqueda de la esencia erótica y, al mismo tiempo, la síntesis de las formas de la madre naturaleza.

“Los machos plantamos la semilla pero no tenemos la trascendencia del fenómeno de la concepción, gestación y parto. Creo que es una de las más profundas frustraciones existenciales que tiene el hombre,”señala el mismo Sancho.

Su tema por asentimiento son lo torsos femeninos y en ocasiones ha abordado en su obra algunas esculturas con el tema de la maternidad, donde plantea ese apego entre madre y retoño y en algunos casos éstos conforman un sola unidad.

Críticos e historiadores del arte opinan sobre su obra

Para doña María Enriqueta Guardia sus esculturas encierran gran sensualidad, “sobretodo los torsos femeninos ya que en ellas el artista no encubre la voluptuosidad sino que la hace evidente. Algunas características que prevalecen en sus torsos son la simetría frontal, pechos erguidos, pubis marcado y una curvatura acentuada de la columna vertebral que hace destacar lo glúteos”.

“Al limitar su representación de la figura humana al torso femenino, Sancho busca en esa porción del cuerpo lo puro, lo espontáneo, la transparencia del instinto. Busca, en suma, lo más noble y bello de nuestra naturaleza animal” señala don Carlos Francisco Echeverría.

Además, Virginia Borloz nos comparte: “Sus torsos son texto moldeado prodigiosamente para invitar al vuelo a nuestra propia imaginación.”

Sobre José Sancho

Nace en Puntarenas en 1953, estudia y ejerce la economía durante varios años.

Como parte de su educación artística autodidacta, visita México, Perú. India, Italia, Gracia, Rumanía, Argentina, Alemania, Asia Central, Egipto, Antártida, África y Medio Oriente.

Desde 1982 y hasta la fecha se dedica por completo al trabajo escultórico. Numerosas exhibiciones dentro y fuera del país respaldan su trayectoria, reconocida con distinciones como medallas y premios nacionales.

En su morada, taller, galería y jardín, en Escazú, expone permanentemente su propia colección de esculturas.

Esta maravillosa exhibición invita a la búsqueda de la nobleza esencial de los seres, a través de la forma, semejante en las figuras animales y los torsos femeninos; figuras que aluden a la libertad, la plenitud y la entrega a la vida.