Cuando a Mariela Alvarez Herrera, estudiante de diseño pictórico, le dieron la oportunidad de montar su propia exhibición en la cátedra de pintura de la Escuela de Artes Plásticas, tanto ella como sus colegas tenían claro que lo que querían era cambiar la manera en que el público consumía y se relacionaba con su arte.

Por esta misma razón, Mariela junto con Glen Mora Fallas, Guillermo Rojas Boehler y Viviana Zúñiga Ramírez plantearon Romper La Ventana, un concepto de exhibición artística no tradicional en donde se muestra el proceso y la evolución detrás de las  obras y propuestas. La dinámica también busca promover el diálogo entre el público y los artistas, ofreciendo espacios de trabajo para cada una de las propuestas.

“Queríamos crear espacios de trabajo en los cuales la gente pudiera llegar a interactuar con los diferentes artistas y que no fuera algo tan alejado, que no hubiera esa barrera de ver un cuadro, no saber nada de él y no poder verlo evolucionar”, comenta Álvarez.

Las obras seleccionadas varían de manera significativa en cuanto a formato y contenido, desde proyectos pictóricos y estudios de composición del espacio, hasta ejercicios interactivos y plataformas de visibilización de problemáticas, los organizadores querían procurar la mayor cantidad de puntos de vista dentro de la exhibición.

Previamente, los organizadores realizaron una curaduría indirecta, en la cual artistas de todo tipo de carreras participaron en una serie de conversatorios para ganar  un espacio dentro de la exhibición. Gracias a esta modalidad abierta, participaron 13 estudiantes de carreras como escultura, grabado, pintura, incluso sociología.

Guillermo Rojas Boheler, estudiante de diseño pictórico  y uno de los organizadores de la exhibición, describe la dinámica como una oportunidad para generar nuevos conocimientos y promover la interdisciplinaridad en el arte.

“Una de las potencias que el arte tiene es crear comunidad y creo que inculcar eso dentro de la misma escuela es importante para crear las nuevas redes de profesionales y afectivas que nosotros necesitamos dentro de un campo que históricamente ha sido muy individual, es un cambio de paradigma”, destaca Rojas.

Danny Núñez, participante de la exhibición, admite que su trabajo sobre acuarela es una excusa para explorar cómo el uso del espacio puede influir en las interacciones de las demás personas con su arte. Dentro de su cubículo, se encuentra su atril, sillas, algunas de sus propuestas y a veces hasta café.

“La gente se sienta, hablamos, a veces toman café, opinan sobre mi trabajo, sobre lo que estoy haciendo, me cuentan cosas de ellos, y tanto personas que ya conozco como muchas personas que no conocía y que de repente pasan acá y hablan conmigo, ha sido muy rica la experiencia”, destaca Núñez.

Álvarez admite que dinámicas como Romper La Ventana se han convertido en una necesidad para los estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas, ya que a la hora de desarrollar un proyecto de forma pública, éste termina cambiando su forma debido al intercambio con terceros, proceso que no ocurre en los talleres.

Por su lado, Núñez señala que es una forma que tienen los estudiantes para apropiarse nuevamente de la escuela. “Los estudiantes nos estamos dando cuenta que realmente la escuela es de nosotros y que sin nosotros la escuela no vive, la propuesta viene en este sentido, de tomar el espacio que nos corresponde y usarlo para lo que queremos usarlo”, resume Núñez.