Investigación rescata las experiencias de trabajo en el PIAM
Curso de Francés del PIAM. Foto Lucía Molina Rodríguez. Asistente PIAM
El Programa Institucional para la Persona Adulta y Adulta Mayor (PIAM) realizó una consulta a las personas facilitadoras de cursos, con el propósito de perfilar sus características sociodemográficas y de conocer sus motivaciones para trabajar con la población mayor. Se aplicó una encuesta a 96 de los 98 facilitadores activos durante el I ciclo lectivo 2016.
“Los resultados de esta consulta nos permiten reflejar la diversidad del equipo de facilitadores del PIAM. Esta es una población muy preparada académicamente, con profundos deseos de compartir los conocimientos que tienen en sus áreas específicas con otras personas”, mencionó la Licda. Karen Masís Fernández, investigadora del PIAM.
Como parte de los resultados, sobresale que “el 65% son mujeres; tienen edades entre los 22 y los 88 años de edad; viven mayoritariamente en el Gran Área Metropolitana, e invierten entre 4 y 8 horas en promedio a la semana para dar clases en el PIAM. Hay que mencionar que el 87% de estas personas brinda clases de manera no remunerada, son voluntarias y voluntarios”, explicó la investigadora.
El estudio además exploraba el valor y la motivación que impulsan a los facilitadores a ser parte del PIAM. En general, se valora como una experiencia rica para reforzar aprendizajes, para compartir conocimientos con diferentes generaciones y para superarse cada día.
“Ha sido todo un reto, he podido vencer obstáculos personales y he aprendido a trabajar con diferentes personas, incluso aquellas difíciles que me impulsan a escudriñar nuevas técnicas para compartir mis conocimientos”, menciona una de las facilitadoras consultadas.
Entre las motivaciones que mencionan los facilitadores para dar cursos en el PIAM está el gusto que brinda la enseñanza, así como la labor social de hacerlo de manera voluntaria. Además mencionaron la necesidad de mantenerse en contacto con personas de edades similares, de darle sentido a sus vidas y de dejar huella en otros y en la sociedad.
Asimismo, les motiva el orgullo de formar parte de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la posibilidad de retribuirle a la institución los beneficios que le ha ofrecido durante sus años de estudio. Uno de los facilitadores consultados menciona que sus dos razones para dar clases en el PIAM son “agradecer a la Universidad la ayuda que me dio para estudiar” y “ayudar a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores”.
Además de brindar posibilidades educativas a la población mayor de 50 años de edad, el PIAM realiza y participa en diversas investigaciones relacionadas con los temas de envejecimiento y vejez, especialmente en lo referente a educación para mayores.
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