La ciudadanía se apropia de los espacios públicos
En el sector de Calle 3, las personas se apropian del espacio. Fotografía: cortesía del EC-362.
"Disfrutando la Amargura" (EC-362) es un proyecto de Extensión Cultural adscrito a la Escuela de Ingeniería Topográfica. Una alianza con el proyecto de Trabajo Comunal Universitario "Calle de la Amargura hacia una renovación recreativa, física y cultural" (TC-519), la fundación "Pausa Urbana", el gobierno local y asociaciones estudiantiles, permite que se desarrollen actividades culturales cada mes.
La idea inicial fue convertir temporalmente algunos tramos de carretera que atraviesan la llamada calle de la Amargura, particularmente las aceras del sector norte, en una zona cultura, que albergara actividades artísticas y de esparcimiento.
Desde hace varios años se han impulsado una serie de intervenciones físicas, como una forma de incentivar la calle en función del peatón, la ciudadanía, los comercios en su relación con la Universidad de Costa Rica (UCR) y el gobierno local.
“El espacio público se ha convertido en un no lugar, un espacio donde solo pasan los peatones, los vehículos y ya, y no se le saca provecho cultural, artístico”, afirmó Jéssica Álvarez, coordinadora del proyecto.
Eso es lo que se ha buscado cambiar, y según el criterio de Álvarez, en 2016 se logró involucrar a distintos colectivos, entre ellos la Asociación de Estudiantes de Artes Dramáticas, jóvenes de Artes Musicales y obtener apoyo más decidido del gobierno local.
“Se ha comenzado a enseñar a través de acciones. El espacio público es de todos y lo hemos demostrado a través del tiempo con actividades culturales, artísticas y actividades de capacitación. La labor ha ido poco a poco sumando e involucrando personas, actividades para la niñez, para personas mayores, también enfocadas a personas con discapacidad”, indicó la coordinadora.
El proyecto también se ha tenido que enfrentar con algunos obstáculos y buscar formas para superarlos. Años atrás existieron dificultades para obtener permisos para el cierre de las vías. Según Álvarez, con el cambio de autoridades locales mejoró este problema. El gobierno local actual contribuye a través de la oficina de Desarrollo Social de la Municipalidad de Montes de Oca a hacer posible el desarrollo del proyecto.
El TCU Calle de la Amargura fue el pionero en la búsqueda de una renovación física, recreativa y cultural y se fundó en el marco del Informe Nacional de Desarrollo "Seguridad y Desarrollo Humano en Costa Rica" elaborado en el 2005 por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
El proyecto ha impulsado tres ejes: la creación de una plataforma de actividades para la comunidad, el mejoramiento del estado físico de la calle y el fortalecimiento de los vínculos con diferentes actores sociales.
En el sector de Calle 3, se ha puesto en evidencia la necesidad espacios que permitan a las personas apropiarse del lugar y disfrutar de la cercanía a la UCR para desarrollar actividades dirigidas a jóvenes y adultos. Así como crear distancia de la inseguridad y los conflictos entorno al consumo del alcohol, descuido en su infraestructura, problemas de salubridad, entre otros.
Poco a poco la vida de la Calle de la Amargura se transforma para dar paso a actividades que contrarrestan el efecto negativo de la vida nocturna y alimenten con nuevos aires de bienestar y convivencia.
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