La integración es el gran reto para la población refugiada
Se han desarrollado talleres de sensibilización con estudiantes de primaria y secundaria sobre la situación y derechos de las personas migrantes y refugiadas. Foto cortesía TC-480 [01.JPG]
Ninguna persona elige convertirse en refugiada, en el mundo 65,6 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares a causa de la persecución, los conflictos, la violencia o las violaciones a los derechos humanos. De ellas, 22,5 millones son refugiadas y más de la mitad son menores de 18 años. Cada minuto, 24 personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución y el terror, según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“Un refugiado es una persona que tiene que salir de su país de origen o de residencia habitual porque su vida o su seguridad corre peligro, por causa de su religión, su nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opinión política y no puede o no quiere acogerse a la protección de su país” asegura la MSc. Melissa Salas Brenes.
Salas es coordinadora del proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Fortalecimiento para la protección y la integración de la población refugiada y migrante vulnerable en Costa Rica” (TC-480) de la Universidad de Costa Rica (UCR), que se ha planteado como objetivo apoyar el proceso de reconocimiento e integración local de la población refugiada y migrante en el país.
“Es muy importante que las personas [solicitantes y refugiadas] puedan desarrollarse plenamente bajos sus propios medios en Costa Rica, la integración es importante en todo sentido [laboral, social, cultural] (...) que la persona de una manera autónoma, individual, independiente pueda realizarse en los aspectos fundamentales de la vida” afirmó.
Este proyecto tiene su origen en el convenio suscrito entre ACNUR y la UCR en el año 2001 a raíz de la necesidad que tenía Costa Rica de dar frente a las solicitudes de refugio de personas colombianas como consecuencia del conflicto armado. Desde hace dos años el proyecto de TCU se reformula para integrar dentro de sus objetivos a la población migrante.
La coordinadora del proyecto aclara que si bien todo refugiado es migrante, no todo migrante es refugiado, por lo cual el proyecto ha abordado desde dos objetivos distintos el apoyo y trabajo con ambas poblaciones.
Según datos de ACNUR al 31 de diciembre de 2017 en Costa Rica había una población de poco más de 12.000 personas entre refugiados y solicitantes de la condición. Los países con mayor solicitud son Venezuela, El Salvador, Honduras y Colombia.
Entre las principales metas del proyecto se encuentra la sensibilización, en donde se busca dar a conocer a la población costarricense, quiénes son las personas refugiadas y el por qué es fundamental su protección internacional, así como dar a conocer el carné de refugiado como documento oficial. “Porque solamente el conocimiento es lo que empodera a las personas para no discriminar y no caer en generalidades que son absurdas y en hablar de un tema con poca propiedad” afirmó Salas.
Naomy Vega Young, estudiante de Derecho que participa en este proyecto ve la experiencia como una oportunidad para aprender y entender la realidad de una persona refugiada, “ver ya la situación desde la realidad de una persona es completamente distinto a ver una estadística, ver una noticia en un periódico o en una red social (...) ver el testimonio de una persona que ha pasado por esas situacion te hace cambiar completamente la perspectiva y a veces hasta muchos prejuicios personales cambian”.
A lo largo de 18 años de trabajo, el proyecto ha apoyado las acciones de las diferentes instituciones que trabajan el tema y se ha vinculado con contrapartes como la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), Red de Jóvenes sin Fronteras, Asociación de Consultores y Asesores Internacionales (ACAI), RET Internacional y Centros Educativos.
Otras temáticas que se han abordado han sido: empleabilidad, tolerancia y acogida. Se han desarrollado capacitaciones a la población migrante y refugiada sobre aspectos fundamentales de la integración como el idioma, las características del país y la búsqueda de trabajo.
También se han desarrollados talleres en escuelas e instituciones, producción de material audiovisual sobre quién es una persona refugiada y cuáles son los derechos y deberes de estas personas, y asesoría legal para el proceso de solicitud de refugio.
Durante este 2018, el proyecto se ha planteado visitar algunas comunidades en el país en donde hay un porcentaje considerable de población migrante o refugiada, como es el caso de la zona de Los Santos.
El 20 de junio fue declarado por las Naciones Unidas (ONU) como el Día Mundial de los Refugiados con el propósito de sensibilizar y concientizar sobre la situación que enfrentan millones de personas en el mundo.
En Costa Rica, ACNUR realiza el Festival Integrarte para conmemorar el día mundial de la persona refugiada, con el objetivo de generar un espacio de encuentro en donde la población costarricense y refugiada se integren por medio de la música, el teatro, la danza y la fotografía. Este 2018 se celebrará los días 23 y 24 de junio en la Plaza de la Cultura en San José.
Si desea más información contactar al correo melissa.salas@ucr.ac.cr o al teléfono 2511-511
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