La UCR promueve el deporte y la recreación como valores ciudadanos
Niños de Salitre, zona sur, disfrutan de las actividades deportivas que se organizan mediante los proyectos de Acción Social de la Escuela de Educación Física y Deportes. Foto cortesía Cecilia Romero
“La actividad física hace un aporte importante al desarrollo global de la persona. Sabemos de los beneficios a la salud física y mental de las personas. Pero, más allá de eso está el tema de los valores, tan importantes en nuestra sociedad y en el momento actual de desarrollo de nuestro país. En todas estas áreas estamos poniendo un granito desde nuestro campo de trabajo”, dijo el Dr. Walter Salazar Rojas, director de la Escuela de Educación Física y Deportes (Edufi-UCR).
Con 50 años de trayectoria académica, y una de las primeras unidades académicas que obtuvieron la acreditación de sus carreras, la Edufi-UCR mantiene un estrecho vínculo con comunidades y sector profesional con proyectos de Acción Social que durante varias décadas han sido referentes del deporte, el ejercicio y la recreación.
En el marco del Día Nacional del Deporte, que desde 1970 se celebra el último domingo de cada marzo, el Dr. Salazar enfatizó que la UCR “tiene personal con una alta formación profesional y técnica, que produce conocimiento, tanto en la unidad académica como en las comunidades. Esa labor investigativa tiene que ponerse en práctica y es ahí donde se integran los tres ejes del quehacer universitario: investigación, docencia y acción social, como parte del compromiso de la UCR con el país.
Actualmente, Edufi-UCR tiene nueve proyectos de Acción Social que llegan a distintos segmentos de población, desde infantes en edad preescolar hasta personas adultas mayores, con actividades recreativas y actividad física.
Uno de ellos es el proyecto “Movimiento humano y recreativo para una mejor calidad de vida” (TC-537), coordinado por la Dra. Cecilia Romero Barquero. “Se impacta a más de 500 personas y más de 10 organizaciones y comunidades pertenecientes a distintas partes, como Tres Ríos, Turrialba, Barva y Guararí de Heredia, San José Centro, Vargas Araya, Betania, Sabanilla, Escazú, Desamparados, Salitre, Talamanca, Upala, San Carlos, Grecia, entre otras, se ven beneficiadas”, explicó la docente.
Los logros del trabajo comunal son valiosas desde varios ámbitos. “Sin la intervención de este tipo de proyectos algunas poblaciones no tendrían acceso a una amplia gama de actividades que buscan promover la salud física y mental. Por lo tanto, se genera un aporte social, educativo, recreativo y terapéutico a una gran parte de la población de distintas edades, etnias y sexo”, añadió Romero.
Otro proyecto es el de las “Escuelas deportivas y recreativas para la salud” (ED-19), que ya suma casi tres décadas de funcionamiento. Tiene la finalidad primordial de contribuir con el desarrollo integral de la población infantil, juvenil y adulta de la sociedad, mediante la recreación y el deporte, y así propiciar un espacio que promueva la actividad física en el tiempo libre. Cada inicio de año, el campus universitario recibe a decenas de escolares, que comparten con otros de diversas comunidades, fomentando los valores de convivencia y formando nuevas amistades, explicó el Dr. Salazar.
“El ED-19 lo hacemos durante enero y febrero para niños y jóvenes que vienen a hacer deportes y amigos. Hay que tomar en cuenta que en los primeros años de vida se aprenden buenos hábitos y a relacionarnos en forma cordial y amistosa. Usamos el deporte como una forma para que la persona esté contenta, aprenda a superarse, para entender que las derrotas son necesarias para levantarse y seguir adelante. Ese tipo de valores, más allá del componente físico, le da una nueva perspectiva a la persona. A veces hablando con jóvenes que han practicado deporte, y que ahora son adultos, le dicen a uno que aprendieron los valores de la disciplina, del coraje, del no rendirme, todo esto en el marco del deporte y la recreación”, aseguró el director Salazar.
Herramientas para la vida
El vínculo universidad-sociedad es lo que más valoran los estudiantes que cada año se suman a los proyectos de acción social. Maripaz Campos Mas, estudiante de la carrera de Ciencias del Movimiento Humano, manifestó que su mayor contribución ha sido el mejorar la calidad de vida de las personas. Ella es parte del equipo de universitarios del TC-537, y desde su ingreso al mismo en agosto del año pasado ha participado en actividades en las comunidades de Montezuma, Puntarenas; y varias en Talamanca.
“Lo más importante es el aporte que hacemos a la sociedad. Desde el primer año de colegio he hecho trabajo comunal, y una vez graduada de la universidad me gustaría seguir ligada a algún proyecto”, comentó Campos.
Para Gabriel Peralta Solís, también matriculado en ese proyecto, el reto es llegar a las comunidades y aplicar lo aprendido en las aulas. Sin embargo, algo que se aprende con los proyectos de Acción Social es cómo interpretar la realidad que viven las personas de los distintos lugares donde se llega.
“El trabajo comunal me ha dado habilidades de trabajo, me ha preparado para cualquier dificultad e interpretarlas. Y también nos contribuye con el trato humano con personas fuera de la universidad”, aseguró Peralta.
“La esencia de la Acción Social es la investigación-acción y el compromiso de cada universitario con la sociedad. En la medida que como escuela, y como universidad, formemos mejores profesionales estaremos fomentando una mejor calidad de vida en la sociedad; ahí hay acción social. En la medida en que tengamos proyectos de investigación pertinentes y relevantes para nuestro contexto vamos a tener información que también la mejorará. Lo veo como un todo. Lo importante es que cada graduado tenga ese compromiso”, concluyó el Dr. Salazar.
Apuntes históricos
Como actividades innatas, la recreación y la actividad física desde edades tempranas incentivan el trabajo en equipo, la solidaridad y el apoyo a poblaciones que por diversas situaciones tienen movilidad reducida, ya sea por la edad, la discapacidad o alguna enfermedad física. Por otro lado, es una forma de integrar a las comunidades alrededor de proyectos de bien común, más allá de las barreras sociales.
Desde el año 1969, mediante la Ley #4430, el país promulgó el último domingo de marzo como el Día Nacional del Deporte para incentivar a las asociaciones o clubes deportivos, escuelas, colegios y otras instituciones de enseñanza a organizar eventos deportivos y recreativos.
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