“Más que pintar para vivir, Francisco Alvarado Abella vivía para pintar”
Francisco Alvarado dejó una huella imborrable en la pintura costarricense. Foto: Cortesía de María Enriqueta Guardia.
La Universidad de Costa Rica brinda homenaje al artista Francisco Alvarado Abella con una serie de actividades que iniciaron el primer día del mes de noviembre.
Las obras de este autor se encuentran actualmente en dos exposiciones una en el Museo Nacional, y otra en el Instituto México.
Como parte de este homenaje, se presentará el libro “Francisco Alvarado Abella”, el 9 de diciembre, a las 7:00 p. m., en el Instituto México. Este libro contiene 200 obras del artista a todo color. Las autoras son la Dra. María Pérez Yglesias, la curadora María Enriqueta Guardia y la dramaturga Flora Marín Guzmán.
El acto inaugural del 1° de noviembre consistió en una mesa redonda realizada en el Auditorio de la Facultad de Bellas Artes en donde las misma escritoras del libro fueron las conferencistas. Ellas valoraron la obra de Alvarado y, además, la vida que tuvo este gran hombre.
Pérez lo describió como un artista exuberante, innovador y pionero en el tema del reciclaje artístico pues utilizaba gran variedad de materiales y técnicas para realizar sus obras. Por su parte, Guardia mencionó que es una obra única en cuanto a la utilización de técnicas mixtas. Marín resaltó su gran labor humanística hacia todos sus conocidos.
Vida del artista
Nació en Puerto Limón, el 2 de octubre de 1929, de allí su fascinación por paisajes marinos, por la exuberancia y el color. Falleció en San José, el 26 de noviembre del 2001, con más de sesenta años de carrera artística, Alvarado dejó recuerdos imborrable.
Desde temprana edad, Alvarado inició su formación académica en pintura en UCR. Posteriormente estudió en Italia, Cuba y México donde obtuvo conocimientos mayores en pintura, decoración, escultura y arquitectura. La abstracción y la figuración fueron las corrientes sobre las cuales versó su mayoría de obras, más de 3000 piezas.
Además, ejerció la docencia en la Casa del Artista y en la Escuela de Bellas Artes, pero sobre todo en la Escuela Esempi, la cual fundó en 1955, para la enseñanza del arte y en la cual beco a más de un estudiante de bajos recursos.
Todas las actividades conmemorativas están bajo la coordinación de la Sección de Extensión Cultural y la Cátedra Francisco Amighetti de la Escuela de Artes Plásticas y del asesor en Artes Visuales, Mag. Luis Paulino Delgado Jiménez; responsable del proyecto Exposiciones y Asesorías Plásticas.
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