Productores del Valle Central reciben asesoría para mejorar productividad y sostenibilidad agroecológica
Sector agropecuario implementa planes de manejo agrícola en sus fincas.
Esta iniciativa implementa capacitaciones a 15 mujeres que integran la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Zarcero (Amezar). Foto cortesía del TC-775.
En el Valle Central, pequeños y medianos productores agrícolas de comunidades rurales están recibiendo asesoría técnica y capacitación para implementar planes de manejo agrícola y mejorar la productividad y sostenibilidad agroecológica de sus fincas. Esta iniciativa es parte del proyecto "Integración disciplinaria para la extensión agrícola en comunidades rurales del Valle Central" (TC-775), liderado por la Escuela de Agronomía.
Para tales efectos se realizó un diagnóstico participativo integral en diversas áreas: agronomía, agroecología, producción, organización social, gestión administrativa y comercialización. Además se establecieron planes de acción enfocados en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), problemas fitosanitarios, condiciones agroclimáticas e infraestructura física.
El esfuerzo responde a las necesidades urgentes del sector agrícola, tanto en aspectos técnicos como financieros, en un contexto donde los productores enfrentan desafíos significativos y poco apoyo gubernamental.
El TC-775, que inició en 2021, ha implementado planes de manejo integrales en cinco fincas del Valle Central. La participación directa de agricultores, estudiantes y docentes ha sido clave para el éxito del proyecto, utilizando herramientas de diagnóstico y prácticas agrícolas sostenibles como la conservación de suelos y la confección de curvas de nivel y barreras vivas de zacate Tiver para reducir la erosión.
Capacitación, gestión administrativa y dimensión social
Esta iniciativa implementa un plan piloto con 15 mujeres miembros de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Zarcero (Amezar) que representan el sector agrícola y además son mujeres emprendedoras que poseen un negocio de confección y venta de ropa. Según Federico Montero coordinador del TC-775 “este grupo de mujeres se dedican a la confección de ropa y la panadería. [Ellas] reciben capacitaciones grupales, tomando en cuenta las situación particular que requiere planificación y el seguimiento de los estudiantes de los procesos de revisión”.
Marlyed Gil Montoya, Representante de Amezar, destaca que “el TC-775 nos proporciona herramientas publicitarias para los emprendimientos de las asociadas, así como capacitaciones en el campo agrícola en conservación de suelos, estudio de mercado, gestión y manejo del residuo orgánico municipal y giras de investigación a la estación Alfredo Volio Mata”.
El proyecto se enfoca en la gestión administrativa, apoyando a los productores en áreas como administración, planificación, costos y capacidad de innovación.
Montero señala la importancia de la planificación y el seguimiento continuo por parte de los estudiantes involucrados en el proyecto. Los estudiantes de Trabajo Social por ejemplo, desempeñan un papel fundamental, actuando como enlace entre productores y técnicos, ayudando a abordar problemas específicos como el machismo, que a menudo limita el emprendimiento femenino.
Participación estudiantil interdisciplinaria
Unos 20 estudiantes de distintas disciplinas como Economía Agrícola, Agronomía, Ingeniería en Biosistemas, Trabajo Social y Computación participan en este proyecto, brindan apoyo en áreas financieras, manejo de plagas, riego, fertilización, organización y planificación.
Además, en colaboración con el proyecto TC-114 "Fomento del emprendimiento y desarrollo empresarial" se abordan aspectos administrativos y presupuestarios; áreas donde los productores suelen necesitar más apoyo.
Para Carlos Acuña Correa, estudiante de Economía Agrícola y Agro Negocios, la integración disciplinaria es significativa porque mejora las herramientas administrativas y financieras que los productores utilizan en la asociaciones rurales como AMEZAR en la zona de Zarcero y el Centro Agrícola de Santa Ana. “A través de esta experiencia, exploró y desarrolló conocimientos adquiridos en la carrera y comprendo las realidades que enfrentan a diario los productores. En resumen, mi participación en este proyecto ha sido enriquecedora y transformadora, para los productores y en lo personal”, agregó.
La propuesta es ampliar esta iniciativa a nivel nacional, incorporando a más productores y trabajando en conjunto con el Centro Agrícola de Santa Ana, agroproductores del Atlántico y Coopehorti-Irazu R.L. en Cartago (CoopeHorti).
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