Proyecto de Acción Social recibió el Premio a la Excelencia 2020
Colegio de Médicos e Instituto Pfizer reconocieron la labor en atención primaria de la salud
El Premio a la Excelencia busca contribuir con el desarrollo de profesionales en ciencias de la salud e impactar en las diferentes entidades en que estos se desenvuelven.
El pasado mes de julio, el proyecto de Acción Social Desarrollo en Capacidades en la Atención Primaria de la Salud en Población Ngöbe de la Zona Sur (ED-3451) de la Universidad de Costa Rica (UCR) recibió el Premio a la Excelencia 2020 en la categoría de Mejor Proyecto de Acción Social del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica y el Instituto Pfizer para la Ciencia y la Investigación. Este reconocimiento busca contribuir con el desarrollo de profesionales en ciencias de la salud e impactar en las diferentes entidades en que estos se desenvuelven.
“Para mí, como presidente del colegio, es un honor anunciar a los ganadores de estos prestigiosos premios que son un incentivo para que los médicos sigan investigando y trabajando por el bien de la sociedad costarricense”, expresó el Dr. Mauricio Guardia, Presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica.
El encargado del ED-3451 es el Dr. Jean Carlo Segura Aparicio, quien en conjunto con otros y otras docentes de la Escuela de Medicina, estudiantes y líderes comunales ha ejecutado diversas estrategias para informar, concientizar y capacitar a las comunidades en atención primaria de la salud, mediante procesos de Educación No Formal para el fortalecimiento de las aptitudes y aportes en materia de salud.
“Este premio nos alegra y nos sorprende, pues esto no nació con la intención de obtener reconocimiento. El premio constituye dos cosas muy importantes. Por un lado, es un apoyo para continuar con el proyecto, pues el que una entidad de este tipo reconozca el trabajo que se ha venido realizando nos llena de mucha satisfacción y motiva más a seguir el saber que uno está realizando un trabajo de impacto a nivel comunitario y por el otro, nos brinda una perspectiva diferente de cómo realizar la Acción Social y cómo vincular diferentes entes en pro de una comunidad”, expresó el Dr. Jean Carlo Segura Aparicio, coordinador del proyecto.
El proyecto tuvo sus inicios en el año 2018 y desde entonces, ha trabajado de forma interdisciplinaria por el desarrollo psicosocial de todas las partes involucradas: equipo docente, estudiantes y comunidad. Si bien esta iniciativa nace desde la Escuela de Medicina, ha generado importantes alianzas con otros espacios universitarios como la Escuela de Enfermería, la Escuela de Salud Pública, la Escuela de Nutrición y enlaces con el Sector Educación.
A nivel comunitario, el proyecto ha trabajado con dos poblaciones principales. Por un lado, la población asentada en el sector de Limoncito en Coto Brus, en donde se labora en alianza con el EBAIS de la zona y con líderes indígenas que son médicos tradicionales y parteras de la comunidad para generar actividades como espacios de vacunación, espacios de enseñanza sobre diversas patologías, entre otras. Se mantiene un total respeto y reconocimiento por medicina ancestral para combinar esfuerzos y llegar a toda la población.
Por otro lado, se trabaja con población nómada y transfronteriza que habita y se mueve entre Costa Rica y Panamá para la recolección de café. Con este sector, se trabaja por medio de las Casas de la Alegría, en donde se quedan los niños y las niñas durante el día para afianzar conocimientos y estrategias en salud en la red de cuido. Se trabajan actividades para el neurodesarrollo de los y las pequeñas y habilidades en las cuidadoras para administrar medicamentos, atender situaciones de emergencia y más.
Durante la pandemia por la COVID-19, el proyecto se mantuvo activo y puso sus esfuerzos en informar a la población sobre cómo protegerse y mantenerse informada. Para esto, se elaboró material infográfico en ngobere y se entrenó a 10 personas para hacer mascarillas de tela con diseños propios de la cosmovisión indígena que se ajustaran a los requisitos dictados por el Ministerio de Salud, las cuales se repartieron por medio de los centros de salud a quienes las necesitaran.
Gracias al éxito comunitario, el proyecto se extenderá por al menos 3 años más y los esfuerzos conjuntos para el trabajo comunitario continuarán desde distintas áreas de trabajo.
“La importancia de continuar con este proyecto yo la considero fundamental. En este periodo de pandemia la información y la prevención debe continuar mejorando, la comunicación de las medidas sanitarias de protección debe ser más efectiva, y se deben eliminar los mitos en torno a la vacunación para preservar la salud de todas las personas. Debemos tener impacto en esta población que se encuentra lejana de muchos de los recursos que sí se tienen en otras áreas geográficas del país”, comentó Segura.
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