Reserva Universitaria Leonelo Oviedo galardonada con Bandera Azul
Máster Ricardo Murillo Hiller, coordinador del proyecto, comentó sobre la importancia de mantener zonas verdes dentro del área urbana.
La Reserva Ecológica Leonelo Oviedo de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica brinda a la comunidad un espacio para la investigación, la docencia y la acción social, en armonía con prácticas ambientales responsables.
Este esfuerzo ha sido reconocido por la Comisión Bandera Azul Ecológica, de manera que el Bosquecito Leonelo Oviedo se convirtió en la primera reserva universitaria en ser condecorada con la Bandera Azul Ecológica en la categoría de Espacios Naturales Protegidos.
El Máster Ricardo Murillo Hiller, coordinador del proyecto, afirma que esta certificación es un medio para que la Universidad valore este espacio, ya que contribuye con la comunidad en diversos niveles.
Por ejemplo, según la Ley Orgánica del Ambiente, todos tienen derecho a disfrutar de un ambiente sano y ecológicamente sostenible, el Máster Murillo comenta que el poseer una zona verde en medio del espacio urbano facilita cumplir con este derecho; “el hecho de que a través de una ventana se vea una zona verde natural y no otra pared o un edificio o una calle llena de vehículos, ayuda a la salud emocional de las personas”, agregó.
La reserva impacta también dentro de los objetivos de carbono neutralidad de Costa Rica, ya que parches como este reducen los niveles de CO2 en el ambiente. Además de que se utiliza como núcleo de dispersión de plantas para auxiliar a zonas en recuperación.
El bosquecito ofrece una excelente oportunidad para investigar la regeneración de las zonas verdes, ya que en el 2015 cumplirá 50 años de estar protegido, lo cual permite conocer cómo se recupera y evoluciona la naturaleza conforme avanza el tiempo. Es así como ahora unas 1200 especies de flora y fauna habitan el lugar.
El primer laboratorio de mariposas del país
Adjunto a la reserva se encuentra el mariposario, el cual comenzó como un proyecto de docencia durante las semanas universitarias 2008 y 2009, ya para el 2010 se establece de forma definitiva en un pequeño espacio abandonado junto a la reserva.
Allí se trabajan 3 líneas de acción, la primera es docencia pues cuenta con un aula ambiental en donde se imparten clases de algunos cursos de la Escuela de Biología, como el de manejo de mariposarios.
Como segundo eje se trabaja la investigación en cría y desarrollo de las mariposas, con lo cual se pueden estudiar sus enfermedades, su genética, entre otros. Convirtiéndose este en el primer laboratorio de Costa Rica enfocado en tal fin, el Máster Murillo agrega: “La idea es liderar la tecnificación de producción de mariposas en el país”.
La tercera línea es la acción social, se trata de proyectar esta labor hacia las comunidades, de hacer educación ambiental y expandir la Universidad, para ello se realizan visitas guiadas, por ejemplo, grupos de escuelas y colegios pueden visitar de forma gratuita el mariposario, en donde existe la opción de que realicen proyectos y prácticas.
Proyecciones a futuro
Parte de los objetivos que se manejan en el lugar es el uso de energía limpia, de manera que pronto se convertirá en la primera instalación de la Universidad en contar con paneles solares para suplir su demanda energética.
A mediano plazo se pretende instalar también baños ecológicos que tengan un bajo consumo de agua, con paredes y techos verdes. Asimismo continuar con los planes de compostaje, reciclado de plásticos y de siembra de especies para la reforestación.
El mariposario es de acceso público y gratuito con horario de lunes a viernes de 8:00am a 12:00md, para más información contactar al: 2511-8655 o a murillo.luis@lycos.com.
Fotografías: Stefany Díaz.
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