Sede de Occidente aprovecha el verano para recuperar prácticas culturales
Foto tomada por David Camacho. Niños y niñas participando activamente en la creación de artesanias
Con talleres dirigidos a niños y niñas con edades entre 7 y 13 años, se busca preservar tradiciones costarricenses. Entre las actividades se encuentran juegos tradicionales (sacos, trompos, jackses, mecate, suiza, ula-ula, cromos), la realización de artesanías (arcilla, cerámica) e incluso manualidades con desechos reciclados y naturaleza muerta (máscaras, origami).
Durante este verano, el Trabajo Comunal Universitario TC-374 “Patrimonio y comunidad” realizará talleres, actividades y capacitaciones dirigidas a centros educativos de primaria, grupos organizados y otras instituciones de la región. De esa manera, este proyecto persigue la recuperación, conservación y divulgación del patrimonio cultural tangible e intangible tanto del cantón de San Ramón, como de lugares circunvecinos.
Según Flory Otárola Durán, coordinadora del TCU “el rescate de las tradiciones se enfrenta al obstáculo de vencer las estructuras mentales arraigadas tanto entre los participantes de la comunidad como del estudiantado”.
Por ello, tiene como objetivo recuperar valores por medio de actividades recreativas, con el fin de que se adquiera consciencia de la realidad sociocultural e histórica; se incentiva la creatividad, la consciencia sobre el medio ambiente y la actitud crítico-reflexiva sobre la historia nacional y el patrimonio local en aras de fortalecer la valorización de ésta.
El rescate del patrimonio intangible (leyendas, cuentos, tradiciones) es otra de las áreas de trabajo. Para ello se recurre a la comunicación oral y la actuación. El patrimonio tangible (colecciones) se preserva a través del proyecto “Museo por un día”, el cual consiste en exponer objetos antiguos, pertenecientes a las familias de los y las estudiantes.
La organización de los talleres y las actividades está supeditada a una serie de variables. Para Erick Eduarte Rojas, estudiante de Ingeniería Eléctrica e integrante del TCU, unos de los retos es mantener el control e interés con los niños y niñas inscritos en los diversos talleres, pues presentan diferentes necesidades. Por su parte, Felipe Hernández Arce, estudiante de Psicología, recomienda realizar más visitas a las comunidades, acercarse más como Universidad para que la población tenga que desplazarse menos.
El TCU seguirá realizando actividades a lo largo del año y se espera trabajar de manera interdisciplinaria con población de niños y niñas, jóvenes y personas adultas del cantón de San Ramón y de comunidades vecinas.
Si desea obtener mayor información del TCU-374 “Patrimonio y Comunidad” puede escribir a la siguiente dirección electrónica: floryotarola@ucr.ac.cr
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