Sede del Atlántico de la UCR apoya el empoderamiento de las mujeres turrialbeñas
Para muchas mujeres, como doña Yanoris, fue muy importante contar con estos espacios de socialización y aprendizaje, así como recibir el reconocimiento por parte de la UCR. Foto: Rebeca Gu.
Mujeres de diversos distritos del cantón de Turrialba recibieron un reconocimiento de la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR), por su participación en los cursos enfocados a sensibilizar, posicionar y aportar en la construcción de condiciones de la mujeres dentro de la sociedad patriarcal.
Alrededor de 100 mujeres de las comunidades de Turrialba fueron convocadas el pasado jueves 6 de abril a la entrega de reconocimientos por su participación en los módulos desarrollados por el proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) EMPODERO: Experiencias que posibiliten empoderamiento, dirigidas a mujeres trabajadoras del hogar (TC-672) a cargo de la profesora Blanca Luz Sojo Mora.
El programa desarrollado consistió en una serie de capacitaciones sobre temáticas de interés para las mujeres de las comunidades, en donde se aprovechaba el espacio para brindar herramientas y generar discusiones sobre la equidad de género y los derechos femeninos. Entre los cursos y capacitaciones llevadas a cabo, se realizaron módulos de inglés, computación, música, formación de empresas, literatura, entre otros.
En las afueras del anfiteatro de la Sede se podían leer murales en los que estudiantes y mujeres participantes del proyecto expresaron cómo fue su experiencia. “Este TCU me permitió desarrollar más contacto con las comunidades, al final uno termina aprendiendo más en los pueblos y comunidades que en la propia universidad”, “las personas con quienes he trabajado han entendido que nunca es demasiado tarde para cumplir un sueño” y “el proyecto nos permitió seguir aprendiendo y progresando en nuestras metas futuras y acercarnos cada día más a nuestros sueños”, son algunos de los mensajes escritos.
Para Yanoris Jiménez Robles, vecina de la Suiza de Turrialba, quien participó en el curso sobre empresariado, este espacio funcionó para darse valor y defenderse del abuso de los hombres, según indicó. “Aprendí de compartir con muchas [personas] y me sentí muy feliz, para mí es una emoción llegar y entrar aquí [a la Universidad] porque yo nunca tuve la oportunidad de estudiar y me gradué [del módulo] y me siento muy feliz porque nunca aprendí cosas tan bonitas.”
En los módulos las mujeres refuerzan su autoestima, aprenden a participar y comunicarse, conocen a sus vecinos y a otras personas y se van involucrando poco a poco en otros procesos relacionados con su comunidad, según señaló la docente Sojo.
Vivencia y transformación. Los y las estudiantes matriculados en este TCU reciben una capacitación de cinco talleres sobre género para sensibilizarlos y posteriormente van incorporando herramientas de trabajo con comunidades.
Durante los talleres, varias estudiantes de Enseñanza de Castellano y Literatura, trabajaron temas de género mediante el juego y la literatura, con niños y niñas, mientras sus madres participaban en los cursos.
La estudiante Irene Ugalde León señaló haber aprendido que “desde pequeñitos debe existir igualdad de género, que los niños deben colaborar en conjunto, o sea, que no haya diferencias entre mujeres y hombres. Ya al final los niños y las niñas [con los que trabajaron] jugaban juntos, todos participaban y todos se sentían capaces de poder hacer cualquier cosa sin importar el sexo.”
Durante su primer año de vigencia, el proyecto EMPODERO ha tenido gran alcance y ha demostrado su pertinencia mediante la amplia participación en las comunidades. Este proyecto nace por una consulta popular que se desarrolló en el cantón de Turrialba por la Oficina Municipal de la Mujer (OFIM) en el 2015, para conocer las necesidades que tenían las mujeres y aportar herramientas para poder atenderlas, según comentó la docente a cargo.
La experiencia acumulada por el proyecto ha mostrado el potencial transformador y la importancia de seguir trabajando por la construcción de una sociedad más equitativa para mujeres y hombres. Dentro de los planes próximos se señala el trabajo en la comunidad de atención prioritaria Nochebuena.
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