TCU fortalece capacidades de organización y comunicación de la comunidad Brisas II
Vecinos y vecinas se reúnen para reflexionar sobre las pérdidas y cambios en el proceso de reubicación temporal. Foto: Galadriel Gairaud.
La vinculación entre la Fundación Costa Rica-Canadá y la Asociación Vivienda Digna (ASOVID) junto al proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Promoción de una cultura de respeto y solidaridad en el contexto de las migraciones en Costa Rica” TC-568 de la Escuela de Arquitectura, busca implementar una estrategia participativa de reubicación temporal del asentamiento informal Las Brisas II, de Dulce Nombre de la Unión de Cartago.
De esta forma, se pretende abordar a las familias que no pueden alquilar o irse a vivir a otros lugares, en tanto se construyen los condominios previstos en el proyecto de Vivienda en Condominio Brisas II, una propuesta en el campo de la vivienda de interés social gestionada por ASOVID con la Fundación Costa Rica-Canadá como entidad autorizada.
Durante este proceso se han realizado talleres de capacitación para la etapa de preparación del traslado de viviendas y espacios; desde su actual casa al asentamiento temporal y en el futuro a los condominios. Los talleres incluyeron temas como: cambios, miedos, sensaciones y duelos, reglamentación sobre la convivencia en condominio, herramientas para la resolución de conflictos vecinales, entre otros.
En el taller “Cambios y pérdidas durante el proceso de la reubicación temporal”, se utilizó la técnica del teatro del oprimido; como lo señala la coordinadora del TC-568, Laura Paniagua Arguedas, por medio del teatro del oprimido “se facilita la presentación de escenas cotidianas, que son abordadas por las personas participantes, cambiando roles, el desarrollo de las historias e incorporándose para resolver el conflicto. En este caso, se decidió abordar aquellas preocupaciones que tienen las familias con respecto al traslado, pero diferenciando lo que le preocupa a los hombres de lo que le preocupa a las mujeres y a las personas de la familia de las diferentes edades”.
Algunos de los principales temas que surgieron durante el taller fueron el miedo a perder algunas de sus pertenencias (herramientas, mascotas, actividades productivas, ropa, artefacto de cocina, juguetes, entre otras), pues al tratarse de un espacio más reducido van a tener que seleccionar las cosas que consideren de mayor importancia.
Además, se reflexionó sobre el miedo al cambio de vivir con su familia para pasar a compartir el espacio con otras familias y la posibilidad que existe de crear baños compartidos. Los y las participantes expresaron los sentimientos que les generó la actividad y reflexionaron cómo sobrellevar los cambios que se avecinan con el reasentamiento temporal.
Pese a la preocupación por los cambios que se avecinan, la comunidad se siente motivada porque la reubicación significa que están cada vez más cerca de tener el condominio y vivir en un espacio más cómodo y con mayor libertad.
Delia Guevara, vecina de Brisas II, participó en los talleres de capacitación. Para ella, estos encuentros “han servido como un espacio donde los vecinos podemos reunirnos y conversar sobre lo que estamos viviendo, porque eso casi no se habla entre todos los vecinos… los talleres nos dejan comunicarnos más entre todos”.
El proceso participativo que se ha gestado entre los y las estudiantes del TCU y las personas vecinas de la comunidad de Brisas II se ha basado en la modalidad de la producción social de la vivienda y el hábitat. Según el autor Enrique Ortiz Flores, “es un proceso de mejorar o producir nuevas viviendas y componentes del hábitat que se realiza sin fines de lucro, por iniciativa y bajo el control directo de sus propios usuarios”.
Para más información sobre el TC-568, puede contactar a la docente M.Sc. Laura Paniagua Arguedas, al 2511-5336 o laura.paniagua@ucr.ac.cr.
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