Arlequino, uno de los personajes arquetípicos e infaltables de la Commedia dell’arte, es un criado que no tiene recursos suficientes para sobrevivir, por lo que debe trabajar simultánea y secretamente como mucamo de dos sujetos diferentes. Este es el argumento de la comedia que se estrena el 14 de setiembre en el Teatro Universitario y se mantendrá hasta el domingo 08 de octubre.

Al principio, todo parece ir bien, hasta que las demandas de los dos amos comienzan a superponerse, y servir a ambos a la vez se torna una tarea llena de complicaciones, enredos y equivocaciones.

La obra, dirigida por Manuel Ruiz, es una de las piezas claves del dramaturgo italiano Carlo Goldoni (Venecia 1707, París 1793) y fue escrita en el siglo XVIII. Para esta época la Commedia dell’arte tenía gran protagonismo en Italia a través de los canovaccio, un relato utilizado por los actores de este género teatral que se componía de una serie de actos y escenas que eran hilvanados mediante la improvisación de los actores. El éxito de la obra dependía en gran parte de su creatividad y sobre todo de sus lazzi (chistes y mordazas).

Son precisamente los canovaccios los que utiliza Goldoni para armar esta obra; a esto se le une la mezcla personajes tradicionales de la Commedia Dell´Arte con personajes que son propios de la comedia italiana que ya se estaba desarrollando. Un autor prolífico  y quizás la obra cumbre de Goldoni es la Locandiera (1751) o también conocida como Mirandolina. Además escribió tragedias como Rosmonda (1734), tragicomedias como Belisario (1734), óperas serias y bufas como Oronte Rey de Sciti (1740) y otras comedias como Los dos gemelos venecianos (1745) y El amor de Zelinda y Lindoro (1764).

La obra es interpretada por estudiantes y egresados de la Escuela de Artes Dramáticas y según Ruiz, desde el Plan de Estudios de 1990, la Escuela de Artes Dramáticas enseña la Commedia Dell´Arte. Esto significa que los estudiantes aprenden a conocer las máscaras, los trajes, las voces y sobretodo los movimientos de estos personajes arquetípicos y maravillosos que fueron creados en la muy tardía Edad Media y que se mantuvieron vigentes en Europa hasta finales del Siglo XVIII.

Desde un punto de vista pedagógico, esto les proporciona a los futuros actores equilibrio, balance, concentración, creatividad y mucha expresividad del cuerpo, puesto que las máscaras evitan la expresión de la cara, las intenciones y sentimientos deben transmitirse a través de los movimientos de todo el cuerpo. Además, jugando un poco con la teoría del uso de la máscara, ésta permite que el intérprete se pueda distanciar de su personaje y actuar con un tanto de mayor criticidad.

“Nuestra idea es producir un juego escénico basado en la mezcla de personajes de la Commedia dell Arte y otros que no lo son, haciendo todas las combinaciones que se nos han ocurrido dentro de la propuesta misma del libreto de Goldoni”, anotó el director de la obra Manuel Ruiz.

Para Juan Carlos Calderón, director del Teatro Universitario (TU), el TU propone un trabajo conjunto de estudiantes, egresados y profesores con profesionales del sector independiente que enriquezcan con su experiencia los aprendizajes educativos recibidos en las aulas.

Las entradas para disfrutar de esta obra tienen un valor de 5000 colones para público general y 4000 para estudiantes con carné y ciudadanos de oro. Puede realizar reservaciones al teléfono 2511-6722. Más información en: http://teatro.ucr.ac.cr/es/ o https://www.facebook.com/