UCR busca transformar la enseñanza del Inglés en zonas con bajo índice de desarrollo
Profesores del Colegio Técnico Profesional de Los Chiles reciben capacitación en didáctica y neurociencia
En Los Chiles con índices de desarrollo humano bajos y con dependencia del turismo, hablar Inglés representa una ventaja competitiva. ED-3605
Desde 2022, a través del proyecto “Didáctica específica del inglés y su relación con la neurociencia: un acercamiento desde la formación continua”, la Universidad de Costa Rica (UCR) busca transformar la enseñanza del inglés en zonas con bajo índice de desarrollo humano, mejorar la comprensión lectora en inglés y fortalecer las habilidades didácticas del profesorado en la Región Norte.
Hablar inglés en Costa Rica es una puerta hacia mejores oportunidades laborales, educativas y sociales. Sin embargo, la calidad de la enseñanza del idioma varía significativamente según la región, y muchas veces los retos se profundizan en comunidades más vulnerables. Conscientes de esta realidad, un equipo de docentes e investigadoras de la Escuela de Formación Docente y del Centro de Investigación en Neurociencias (CIN) de la UCR, puso en marcha este proyecto de formación continua para docentes de Inglés en el Colegio Técnico Profesional de Los Chiles.
Este proyecto de formación continua—que nació gracias al Fondo para el Desarrollo de la Acción Social en Comunidades— parte de una premisa clara: en Costa Rica se enseña a los futuros docentes cómo enseñar, pero rara vez se les explica por qué enseñar. La didáctica en la enseñanza de idiomas, está vinculada con los procesos cognitivos, y comprender estas bases puede mar una diferencia clave en los resultados de aprendizaje.
¿Por qué Los Chiles?
La selección del colegio en Los Chiles no fue casual. Se trata de una comunidad fronteriza con los índices de desarrollo humano más bajos del país. Es, además, una zona con una fuerte dependencia del turismo, donde hablar Inglés representa una ventaja competitiva esencial.
“Apostamos por trabajar en lugares donde el impacto puede ser más transformador”, explica Verónica García Castro, docente colaboradora del proyecto. “El inglés, nos guste o no, es un símbolo de la movilidad social en Costa Rica. Y cuando no se enseña bien en secundaria, las posibilidades de ascenso social se ven limitadas”, señala García.
Formación continua con base científica
La capacitación a los docentes se desarrolló en modalidad híbrida: dos sesiones presenciales y cuatro virtuales, con el departamento completo de Inglés del colegio (seis docentes en total). Aunque el número puede parecer pequeño, el impacto potencial abarca a más de 900 estudiantes. El enfoque del curso fue teórico-práctico, abordando los procesos cognitivos involucrados en la comprensión de lectura y el aprendizaje de vocabulario.
“En el país se habla mucho sobre las competencias lingüísticas del profesorado, pero poco se discute sobre su preparación didáctica”, aclara Karen Bermúdez, coordinadora del proyecto. “Saber inglés no es lo mismo que saber enseñarlo. Y en ese vacío es donde entra nuestro trabajo”, agregó.
El proyecto ha identificado los obstáculos más persistentes para los docentes, y uno de ellos es el tiempo. A pesar de su interés, muchos enfrentan sobrecargas laborales que dificultan participar en estos procesos formativos. Según el informe Instituto de Investigaciones en Educación (INIE)-UCR titulado “Educación secundaria: análisis de las funciones y carga docente. El caso del personal docente agremiado a la ANDE” indican que los docentes de secundaria trabajan en promedio 20 horas adicionales por semana, no remuneradas ni reconocidas formalmente.
Sin apoyo del MEP, pero con respaldo comunitario
Una limitación en el desarrollo de las actividades de capacitación fue la falta de colaboración por parte del Ministerio de Educación Pública (MEP), lo que dificulta el acceso a más centros educativos. “Tuvimos poco apoyo institucional y fue la dirección del colegio la que mostró un interés real por formar a su personal”, aseguró García.
Sin embargo, la recepción del profesorado fue entusiasta. Una encuesta posterior al curso reveló altos niveles de satisfacción y agradecimiento. “Los docentes se identifican con los contenidos. Les dimos herramientas reales, contextualizadas y aplicables en su día a día”, indicó Bermúdez.



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