Universidad propicia cultura publicitaria respetuosa de las mujeres
Cuando se identifica y denuncia publicidad sexista, esta puede ser removida por la Oficina de Control de Propaganda. Foto: archivo.
Promover una cultura publicitaria respetuosa de los derechos de las mujeres y de la igualdad de género en Costa Rica es el objetivo central del Observatorio de la Imagen de las Mujeres en la Publicidad, proyecto de Acción Social que nació en el 2016 en el seno del Centro de Investigación y Estudios de la Mujer (CIEM) con el apoyo de la Comisión Costarricense de Cooperación con la UNESCO (Comisión UNESCO).
Con el fin de combatir la violencia simbólica en la publicidad, la entidad genera materiales y espacios de sensibilización y educación para la ciudadanía, brinda orientación a sectores interesados en el tema, recibe y analiza quejas y denuncias sobre malas prácticas en la publicidad, divulga estas denuncias y las canaliza ante las instituciones públicas y privadas pertinentes. Finalmente, cada año se sistematizan los datos de las denuncias recibidas y se divulgan.
De acuerdo con Camila Ordóñez, coordinadora del Observatorio, todas estas acciones se dirigen a generar herramientas para una cultura publicitaria que sea más acorde con los compromisos jurídicos que el país ha adquirido, a nivel nacional e internacional.
“Este es un tema de derechos de las mujeres y tiene que ver con violencia simbólica, discriminación y sobre todo con el reforzamiento de estereotipos que colocan al final a las mujeres en situaciones de desventaja y por eso tenemos que transformar la cultura publicitaria por una que concuerde con los principios que Costa Rica se supone tiene y sobre todo, con la ética y con los derechos humanos”, comentó.
Kattia Solís, del área de violencia del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), comentó que uno de los ejes de trabajo que plantea la Política Nacional para la Atención y la Prevención de la Violencia contra las Mujeres de todas las Edades es precisamente la promoción de una cultura no machista mediante de la visibilización y enfrentamiento de la violencia simbólica, que considera, es justo el trabajo que se realiza a través del Observatorio.
La activista Hellen Chinchilla añadió que el trabajo es particularmente importante porque la información se genera a partir de quejas y denuncias ciudadanas que son acompañadas por la entidad. “Yo como activista llevo 10 años denunciando publicidad sexista y cuando empecé era terrible, las denuncias eran directas y a veces se perdían o se traspapelaban, casualmente. Ahora con el acompañamiento y el proceso de análisis que da el OIMP se tiene mayor acceso a la justicia administrativa”.
Larissa Arroyo, de la Asociación Ciudadana Acciones estratégicas por los Derechos Humanos (ACCEDER) comentó que el trabajo del observatorio es fundamental pues hace labores de denuncia y sensibilización. Además, el estudio y análisis no es una posibilidad para las organizaciones ciudadanas por temas de recursos, de modo que la Universidad facilita el espacio y lo respalda con su legitimidad.
Sobre la importancia de generar cambios en la cultura publicitaria Arroyo concluyó: “en una sociedad capitalista neoliberal como la nuestra, la publicidad define nuestras acciones como sociedad y como individuos, de forma que lo que refleja la publicidad no es solamente aquello a lo que aspiramos o lo que somos, si no, que moldea nuestros hábitos de consumo y estos hábitos implican prácticas misóginas, sexistas, machistas, etc. y por eso tenemos que pensar la publicidad como parte de los mecanismos para el cambio social”.
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