Museo Omar Salazar: faro cultural en Turrialba
Mediante proyección educativa se promueve la herencia cultura
El Museo Regional Omar Salazar Obando se erige como guardián de la historia, la cultura local e identidad. Foto cortesía EC-11
El Museo Regional Omar Salazar Obando (EC-11), ubicado en la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica en Turrialba, que inició en 1995, se erige como guardián de la historia, la cultura local e identidad de la región. Con 29 años de existencia el museo se ha consolidado desempeñando un papel vital en la educación patrimonial y en la conexión entre las comunidades locales y su pasado.
El Museo busca recuperar, conservar y educar en torno a los bienes patrimoniales, tanto culturales como naturales, con el fin de resguardar y difundir la herencia para las generaciones actuales y futuras.
Según Abigail Velázquez, coordinadora del museo, la idea es fortalecer el vínculo entre Antropología, Historia y Educación, destacando el legado precolombino, la riqueza natural de la región y las expresiones artísticas locales. “Nuestra meta es proyectar el museo hacia la comunidad, educando a estudiantes como al público general”, señala Velázquez.
Historia de inspiración y proyección comunitaria
El museo lleva el nombre de Omar Salazar Obando, docente universitario comprometido con el desarrollo cultural de Turrialba y que se reflejó en la apertura de la Sede del Atlántico en los años 70. Inspirado en el Monumento Arqueológico de Guayabo, Salazar promovió la creación del espacio museístico que rescata la historia precolombina en la región.
El museo trabaja para que la comunidad se apropie del espacio cultural. “Es un reto atraer público, especialmente jóvenes", comenta Velázquez. Por ello, el museo se ha enfocado en captar al público infantil y juvenil mediante talleres itinerantes y visitas guiadas.
Educación como herramienta de cambio
Uno de los ejes fundamentales del museo es su proyección educativa ya que en colaboración con docentes y estudiantes, se realizan actividades para más de diez centros educativos al año, impactando a más de 2000 estudiantes. “Trabajamos en escuelas alejadas, llevando talleres sobre cultura precolombina, historia natural y temas contemporáneos como las emociones. Esto requiere un gran esfuerzo logístico y presupuestario, pero los resultados son altamente gratificantes”, afirma Velázquez.
La Sede del Atlántico trabaja la interculturalidad y con énfasis en cultura cabécar Siwa Pako con los talleres de faroles y la celebración del día de la cultura con un conversatorio sobre cultura cabécar con expertos culturales con la finalidad de que la comunidad aprenda sus raíces y legado ancestral.
El museo es un espacio de identidad y arraigo con la comunidad ya que es visitado por más de 3000 estudiantes de escuelas y colegios de Turrialba y Jiménez que participan en talleres y visitas guiadas donde abordan temas de rescate de la cultura precolombina, ciencias naturales, entre otros. Además, como parte de las actividades del proyecto, se organizan exposiciones itinerantes de mariposas en escuelas de la zona y se trabaja en el tema de emociones, por ejemplo con estudiantes del Liceo de Pacayitas. Y en el marco de efemérides sobre la independencia organizan talleres sobre confección de faroles para estudiantes de la Escuela San Pablo de Tres Equis.
Se han organizado exposiciones sobre Guayabo en la Escuela Interamericana del Catie (CATIE). Y se ha celebrado la efemérides del día del libro con la Escuela Mariano Cortés. Asimismo se realizó una exposición sobre bienes culturales de Corea en la escuelas de Murcia y La Guaria de Tres Equis donde participaron 40 estudiantes.
Según el MSc. Luis Martinez Vega, Director de este centro educativo, “el proyecto es importante para la niñez y la familia porque permite desarrollar un trabajo en equipo y la posibilidad de inclusión sana, sin discriminación por causas económicas o familiares. Mucha satisfacción generó en los escolares saber que los faroles que llevaban en el desfile fueron confeccionados por ellos con el apoyo de la UCR”. Adicionalmente, el proyecto apoya a las escuelas en la confección y organización de mascaradas para que se apropien del espacio museístico que representa identidad, cultura y compartir de saberes y experiencias. De esta manera se fomenta el arraigo cultural en comunidades con escasos recursos.
Además se integran nuevas tecnologías y diseños innovadores con el apoyo de estudiantes de Diseño Gráfico, que desarrollan materiales didácticos y montajes museográficos. Para Shelsea Brenes, una de las estudiantes que participa en este proyecto, el museo le ha permitido “conocer ámbitos de mi carrera y [tener] la oportunidad de trabajar en el montaje de exposiciones como Guayabo: el trayecto de nuestra gente, en celebración del 50 aniversario de la declaratoria del Monumento Nacional Guayabo y más recientemente en la exposición de Korea Corner”.
Precisamente, esas son las dos exposiciones que actualmente está ofreciendo el Museo. Por un lado, la exposición El Trayecto de Nuestra Gente: una muestra que combina piezas arqueológicas del Monumento Nacional Guayabo con colecciones del Museo Nacional. Esta exhibición celebra los 50 años de la declaratoria de Guayabo como Monumento Nacional, destacando los 12000 años de ocupación humana en Turrialba.
Por otro lado, también se realizan intercambios culturales a través de exposiciones como la colección Korea Corner, que muestra bienes culturales coreanos y fomenta un diálogo intercultural. Ambas iniciativas buscan diversificar la oferta del museo y atraer a un público más amplio.
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