Agroindustrialización orgánica ofrece oportunidad para desarrollo de zona Norte-norte
Piña deshidratada es parte de los productos se realizado en el marco del proyecto. Foto: Wilfredo Flores
El procesamiento e industrialización de este tipo de productos agrícolas es una opción factible para mejorar la calidad de vida para los pobladores de una de las zonas más vulnerables del país.
Es por eso que el CITA, en coordinación con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y otras instituciones emprendieron el proyecto Desarrollo y transferencia de procedimientos tecnológicos para la agro industrialización de frutas orgánicas para el mejoramiento económico y social de productores orgánicos en sistemas agroforestales (Grano de Oro Turrialba ) y en agricultura sostenible (UPALA, Alajuela), ED-2680, inscrito en la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR.
La mayor parte de personas involucradas en el proyecto, el cual inició el año pasado, son mujeres de la zona las cuales tenían grandes dificultades para introducirse en el mercado laboral.
“Como estamos en lo orgánico, es complicado trabajar porque uno pierde mucho las hortalizas. Nosotras hacemos una feria los sábados y ya es una entradita (de dinero) en una zona donde cuesta mucho conseguir trabajo. Se trata de salir adelante, de no quedarse en la casa esperando. Ahora estamos empezando un proyecto de producción de mermeladas”, comentó Felipa Palacios, de la Asociación de Productores Orgánicos de la zona norte-norte.
Según el Lic. Wilfredo Flores, coordinador del proyecto, “lo importante es el incremento de la calidad de vida en la zona a través de procesos productivos. No es cuestión de ir a capacitar, sino de ponerlos a producir”. La idea de la iniciativa, agregó Flores, es llevar a las personas los conocimientos que se derivan de las investigaciones que realiza la CITA y dar a los productos un respaldo científico que aumente su valor.
Para Carlos Zumbado, ingeniero del MAG en la zona norte, el mayor impacto del proyecto consiste en que estas personas comprendan que lo que se produce en los patios de sus casas posee un gran valor comercial, pues los productos orgánicos tienen un nicho de mercado propio, debido a sus ventajas biológicas y nutricionales, así como menores impactos ambientales que la agricultura tradicional.
El próximo paso del proyecto será, según Flores, comenzar a trabajar en etiquetaje y empaquetamiento para comenzar a posicionar los productos a nivel nacional.
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