Comunidades construyen su historia junto a Trabajo Comunal Universitario
El TCU ha desarrollado actividades con la población adulta mayor. En este caso se desarrolló un taller en el Hogar diurno del adulto mayor de Aserrí en el 2015. Foto cortesía TC-160
Gran parte de las comunidades costarricenses, lo único que tienen elaborado sobre su historia son documentos escritos sobre demografía, sin embargo es poco lo que han desarrollado sobre su historia social y cultural que permita la preservación del patrimonio.
Esta fue la principal motivación que tuvieron un equipo de colaboradores de la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica (UCR) para dar inicio al Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Pasado y presente en las comunidades costarricenses” (TC-160), afirmó la profesora Mariana Campos Vargas, encargada de este TCU.
El proyecto, que inició en 1989, tiene el propósito de contribuir con el conocimiento y divulgación de la trayectoria histórica de diversas comunidades con la participación activa de sus habitantes, con el objetivo de colaborar en la preservación de su patrimonio histórico y acompañar los procesos de organización y transformación local.
“La gente tiene que tener memoria de lo que es, ha sido y puede transformar para mejorar el bienestar común” afirmó Campos, quién asegura que la historia local de las comunidades no debe limitarse a un territorio, sino que el término comunidad va más allá, en donde hay un sinfín de comunidades que no necesariamente tienen que ver con una descripción territorial y es este elemento el que ha mantenido activo por casi treinta años al TCU.
El proyecto ha trabajado principalmente con comunidades de la Gran Área Metropolitana (GAM), la comunidad indígena de Quitirrisí en Mora, Liberia y La Garita de Alajuela, con niñez, personas adultas y adultas mayores.
Esteban Fernández Morera, estudiante de Historia que participó en este TCU asegura que lo más importante en el momento de trabajar con comunidades son las experiencias que ellas tienen para enseñar. “Para mi es innegable la importancia que tiene el TCU para nuestra trayectoria universitaria, primero porque nos permite abrir los ojos a otras realidades, otras realidades sociales que comúnmente nosotros los estudiantes no vemos por estar tantos años metidos en un aula” afirmó.
Para Fernández, la importancia de que una comunidad construya su trayectoria histórica no es solo rescatar el conocimiento que se tiene sobre esa comunidad y entender de dónde viene, sino que esto puede influir en la manera en que una comunidad se proyecta a futuro y resuelve sus problemas sociales. “La mayoría [de comunidades] son muy abiertas para conocer su historia, para conocer cómo se construyó su comunidad (...) y una comunidad unida puede ayudar mucho a que se resuelvan sus problemas sociales”, indicó.
Durante 2018 el TCU está enfocado en tres comunidades. En Barrio México se encuentra trabajando en la reconstrucción de la historia del equipo de fútbol de este barrio y en la construcción de un audiolibro sobre el texto “A ras del suelo” de Luisa González, para que las personas adultas mayores de esta comunidad puedan continuar su conexión con la literatura.
En Liberia se encuentran trabajando en conjunto con la El Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura sobre la tradición del Tope de Toros, el cual se realiza cada tres de marzo y fue declarado patrimonio cultural intangible.
Además, se encuentran desarrollando historia a partir de testimonios orales con la Asociación de Adultos Mayores del cantón de Montes de Oca.
Los productos desarrollados por el TCU se adaptan a las necesidades de cada comunidad. Se han desarrollado monografías comunitarias, audiovisuales, exhibiciones en físico, audiolibros, talleres formativos y exposiciones fotográficas. Por ejemplo, en 2017 se produjeron cuatro audiovisuales, tres sobre la comunidad indígena de Quitirrisí y uno sobre la comunidad de Aserrí: “Aserrí Tierra de Música y Máscaras”.
Para mayor información sobre este proyecto, favor contactar a mariana.campos@ucr.ac.cr o al teléfono 2511-6446
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