El V Simposio Internacional y IX Nacional sobre Derechos de la niñez y adolescencia cerró el jueves 5 de setiembre con la conferencia: “Adultocentrismo como sistema de dominación y construcción de nuevas formas de participación” a cargo del sociólogo y educador popular Claudio Duarte.

La charla invitó a las personas a cambiar los lentes adultocéntricos con los que se comprende el mundo, con el fin de generar ciencia social, programas y políticas públicas inclusivas que verdaderamente tomen en cuenta la participación de la niñez y juventud. Además se tienen que reevaluar los procesos actuales para identificar de qué manera estamos reproduciendo el adultocentrismo en los proyectos.
 

Promover la verdadera participación es un ejercicio difícil porque implica una transferencia de poder para que todos y todas puedan tomar decisiones por igual. Para el conferencista muchos programas sociales que trabajan con estas poblaciones simulan participación porque se quedan en la etapa consultiva pero quienes toman las decisiones siempre son los adultos.
 

Según Duarte el adultocentrismo es un sistema de dominación porque trata a las personas jóvenes como un objeto que se mueve dentro del mercado, es decir solo se les legitima como personas en el momento en que son productivos económicamente. “No podemos seguir diciendo a los niños que son el futuro, porque el futuro es un mañana que no existe, y cada vez que les decimos que son el futuro les estamos diciendo que no existen, hay que reconocerlos como personas en el presente, con capacidades y potencialidades” señaló Duarte.

Actualmente es urgente generar procesos para que las personas desde la infancia aprendan a participar activamente en la sociedad y a tomar decisiones, pero este aprendizaje solo se puede dar desde la experiencia, es decir se aprende haciendo. Para esto es necesario resocializar a niñas, niños y jóvenes pero también a las familias, comunidades, escuelas y otras instituciones sociales.

Otro aspecto importante que se trató en la conferencia es la necesidad de generar modelos específicos para trabajar con la niñez y adolescencia que realmente se adecuen a las características propias de la población.

“No existe un solo tipo de juventud en las sociedad latinoamericanas, ni siquiera si uno analiza solo San José de Costa Rica va encontrar un solo tipo de juventud, existen lo que conceptualmente llamamos las juventudes para decir que hay un conjunto diverso de modos de hacerse joven en esta sociedad y eso exige para quienes trabajamos en política pública o en investigación social que nuestros diseños tienen que ser específicos de acuerdo al tipo de población con la que nos vinculamos. No podemos seguir trabajando bajo mega modelos de concepciones generales de la juventud” explicó Duarte.
 

En la conferencia participaron personas de diversas áreas profesionales que se vinculan al trabajo con niñez y adolescencia, quienes reconocieron la importancia de estos espacios de reflexión. Para Farlen Blanco estudiante de Antropología, este tipo de espacios son de suma importancia porque además del aporte teórico también se posibilita el intercambio de ideas desde la multidisciplinariedad. “En el Simposio podés escuchar personas que trabajan política pública, investigación, proyectos de acción social y nos permite pensar colectivamente sobre los retos actuales de trabajar con estas poblaciones. Me parece que la Universidad debe seguir posibilitando estos espacios de intercambio” indicó Blanco.
 

De igual forma Flory Salazar, trabajadora social de World Visión, también resaltó que el Simposio le permitió conocer las iniciativas actuales que trabajan los derechos de la niñez y adolescencia tanto a nivel estatal como privado. Sobre la conferencia de cierre Salazar comentó “Me parece que la conferencia nos permite aterrizar un poco todo lo que hemos reflexionado en el Simposio. A su vez nos permite cuestionarnos como profesionales, porque si bien muchas veces tenemos claro el concepto de adultocentrismo en la teoría, en la práctica seguimos reproduciendo dinámicas que nos colocan en relaciones de poder y que violentan los derechos de la niñez y adolescencia”.