La Región Central produce un mar de basura que amenaza los ecosistemas y la salud pública
La UCR se sumó a los esfuerzos para diseñar una salida a esta emergencia sanitaria para la gestión de desechos urbanos, son la tercera causa de emisión de gases de efecto invernadero

La crisis ambiental por el próximo cierre de rellenos sanitarios afectará a todo el país, principalmente a la Región Central. A la fecha se desconoce con exactitud la cantidad de residuos que se generan cada día. Foto archivo OCI-UCR
No existen datos certeros, pero la realidad es que la pirámide para la disposición de desechos está invertida. Mientras el Banco Mundial recomienda que solamente el 5% tenga como destino final un relleno sanitario, en la práctica más del 94% termina en esos sitios.
Lo único cierto es que el país está inundado de basura de todo tipo, y una gran parte contamina los ecosistemas. El Ministerio de Salud calcula que cada día se desechan 4.500 toneladas, aunque podrían ser más, y es la tercera fuente para emisión de gases de efecto invernadero.
Las soluciones para enfrentar este desafío ambiental son diversas y una de las posibilidades tecnológicas se está explorando desde la Universidad de Costa Rica (UCR) con el uso de la tecnología aplicada a un nuevo modelo de gestión de residuos, explicó el Ing. Juan Pablo Rojas Sossa, investigador de la Escuela de Ingeniería en Biosistemas.
El Ing. Rojas es parte de un equipo de investigadores que coordinan un proyecto de Acción Social denominado “Tecnificación de lecherías con sistemas pastoriles y el fortalecimiento de capacidades a productores locales, jóvenes vulnerables y actores sociales” (ED-3681), que tiene entre sus objetivos la producción de biogás mediante la mezcla de las excretas bovinas con materiales orgánicos.
“El uso exclusivo de los desechos de los bovinos para la producción de biogás no son idóneos, por lo que se requiere agregarle otros sustratos. Al mezclarlo con otras materias orgánicas logramos la condición óptima para un ecosistema anaerobio viable para producir biogás”.
A partir de esta premisa, y gracias a un acercamiento de la Municipalidad de San José (MSJ) con la UCR, se valoró la posibilidad de firmar un convenio de cooperación para el diseño de este nuevo modelo de gestión de los residuos de ese cantón, habitado por 352 381 personas.
De acuerdo con la Contraloría Ambiental del Ministerio de Ambiente y Energía (CA-MINAE), el cantón central de San José es el mayor generador de desechos. Durante el año 2024 envió a los rellenos sanitarios unas 141 383 toneladas; es decir, cada persona descartó por día más de 1.05 kilos de “basura” ordinaria. Lo anterior sin sumar otros como aparatos electrónicos, electrodomésticos, medicamentos, lodos de tanques sépticos y otros.
En su totalidad, la provincia josefina depositó en rellenos la astronómica cantidad de 522 205 toneladas en los distintos rellenos sanitarios, y el Gran Área Metropolitana es la responsable del 70% de los residuos en el país.
Una solución urgente
Por mencionar un caso puntual, la Ing. Verónica Brenes Salazar, administradora del Mercado del Mayoreo, en San José, citó que solo ese sitio recolecta 125 toneladas de desechos al mes, con un costo de ¢60 millones anuales para su transporte.
“La mayoría son materias orgánicas, y se les puede dar un mayor aprovechamiento. Por ejemplo, realizamos una visita al Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (Cenada), en Barreal de Heredia, donde existe una planta procesadora de menor escala; y la idea es que ambos municipios nos unamos en este proyecto”, citó. Por su parte, el Cenada produce otras 390 toneladas mensuales, igualmente en su mayoría orgánicos.
La Ing. Brenes explicó que el Cenada está enfocado en fortalecer su sistema automatizado para la gestión de residuos, y se logró un convenio para que el Mercado de Mayoreo procese ahí los suyos, ya que la disposición actual no es la correcta y la MSJ busca una solución ambiental.
Aunque el Departamento de Servicios Ambientales de la MSJ tiene en ejecución un proyecto con la mosca soldado -que descompone la materia orgánica y permite obtener un abono orgánico-, es un aporte mínimo que no resuelve, a gran escala, el problema que enfrenta la capital. “Solo estamos a la espera de este modelo que nos propondrá la UCR, y ojalá pueda replicarse en todo el país”, agregó la funcionaria.
La tecnología como aliada ambiental
Para el diseño de esta propuesta el profesor Rojas detalló que se parte de la experiencia y la data científica acumulada del proyecto para el “Fortalecimiento de capacidades en actores sociales para el desarrollo de proyectos de revalorización de residuos orgánicos en Costa Rica” (ED-3610), también ejecutado por la Escuela de Ingeniería en Biosistemas. Rojas acotó que la tecnología para estos fines utiliza los mismos principios que se aplican en los beneficios del café para la generación de energías limpias.
El objetivo es adquirir tecnología japonesa “altamente eficiente que separa los materiales y procesa hasta tres toneladas por hora, por lo que para aprovechar esa capacidad se podría alimentar con lo generado en todos los mercados de San José”, explicó. Lo ideal es que vinieran clasificados, pero la mayoría del tiempo viene con impurezas, pero este equipo lo corrige”.
Tras finalizar la separación automatizada se logra un sustrato que puede ser llevado a plantas generadoras de biogás y biometano mediante biodigestores anaeróbicos. El primero es un gas renovable obtenido de biomasa, es decir de materias de origen vegetal o animal sometidas a un proceso biológico en un ambiente libre de oxígeno. El segundo es resultado de su posterior refinamiento para eliminar otras impurezas como el dióxido de carbono, lo que incrementa la inversión para que su composición sea similar al gas natural, y tiene múltiples usos, por ejemplo en turbinas eléctricas, transporte público, movilidad vehicular y alumbrado público. El remanente es un fertilizante en nutrientes.
En términos de costo-beneficio el uso de esta tecnología es 50% más barato que hacer compostaje. Ésta es económicamente viable, pero para su puesta en práctica se requiere una alianza público-privada porque una sola planta no lograría hacer toda la gestión. La primera fase de la propuesta será diseñar un plan demostrativo para el municipio josefino para su valoración y posterior ejecución, enfatizó Rojas.
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