La UCR creó aplicaciones para mejorar la lectoescritura entre escolares
Estudiantes e investigadores se dieron a la tarea de brindar más herramientas pedagógicas para superar el rezago educativo.
El uso de la tecnología contribuye a que los procesos de lectura y escritura sean más dinámicos, interactivos y divertidos, facilitando así el aprendizaje de manera atractiva y multisensorial. Foto Laura Rodríguez-OCI UCR.
“El principal problema que enfrenta la infancia, específicamente aquí en Purral, en materia educativa y de oportunidades de formación, es el poco apoyo que tienen en la escuela, y aunque van a un centro educativo que no se podría considerar marginal el equipo docente se queda muy corto para nivelarlos. Hay niños y niñas de tercer grado que todavía no saben leer y escribir o sumar porque aún les afecta mucho el rezago que se viene dando desde la pandemia de la COVID-19”, aseguró Marlene Carranza Sancho, directora del Centro Infantil Los Ositos, una organización comunitaria que forma parte de la Red Nacional de Cuido y Desarrollo Infantil (REDCUDI) y que atiende a una población de 400 infantes menores de 12 años.
Así como lo explicó Carranza, el rezago educativo es una de las mayores emergencias nacionales que aún no tiene una ruta clara para su solución. Aquella Costa Rica que era una de las naciones latinoamericanas con mejores índices educativos quedó en el pasado. Y las consecuencias de esa crisis educativa de los primeros ciclos se arrastran hasta la secundaria, ya que los adolescentes se enfrentan a un sistema que continúa sin resolver sus deficiencias. Y quienes ingresan a la educación superior llegan con serios vacíos académicos; según una investigación presentada a finales del año pasado por la Universidad Nacional (UNA), “la competencia lectora para la gran mayoría de los estudiantes está por debajo de lo esperable”. Esto representa un desafío para las propias universidades, ya que deben invertir más recursos para abrir cursos de redacción, ortografía y comprensión de lectura; así como de conceptos básicos de matemática, a los estudiantes de primer ingreso.
En ese sentido, la Universidad de Costa Rica (UCR) desde sus instancias de Docencia, Investigación y Acción Social realiza importantes inversiones financieras y logísticas para que diversos proyectos contribuyan al mejoramiento educativo. Uno de ellos es el trabajo comunal “Enlace: Plan Institucional UCR-MEP para la Inclusión educativa” (TC-722), una iniciativa de Acción Social de la Escuela de Formación Docente que brinda tutorías, apoyos educativos y que recientemente creó una serie de aplicaciones informáticas para mejorar el desempeño en lectoescritura y comprensión matemática.
Entre sus objetivos, el TC-722 se propone apoyar los procesos socioeducativos de estudiantes en condición de vulnerabilidad mediante estrategias diversas, donde lo académico se conjugue con lo tecnológico y lo creativo, para el logro de mayor inclusión en los niveles de la educación primaria y secundaria costarricenses.
“Diseñamos estas aplicaciones exclusivamente para la etapa inicial de la lectura y la escritura; por tanto, pueden ser usadas por niños, niñas, jóvenes o personas adultas no alfabetizadas. Se cuidó que este recurso fuera interactivo, atractivo, lúdico y de fácil uso”, explicó la Dra. María Marta Camacho Álvarez, coordinadora del trabajo comunal.
También se contó con el respaldo del proyecto “Asesoría pedagógica en la enseñanza de la comprensión lectora y la escritura para las personas asesoras de español de las 27 Direcciones Regionales de Educación de Costa Rica”, (ED-3700), ejecutado de la Escuela de Orientación y Educación Especial y uno de los ganadores de los Fondos Concursables VAS, una convocatoria que hace un llamado a la comunidad universitaria para formular propuestas que contribuyan a la atención de temas prioritarios del país.
Un aporte significativo
La pertinencia de estos recursos tecnológicos se enmarcan entre los problemas nacionales destacados por el programa Estado de la Nación (PEN-2025), un centro de investigación adscrito al Consejo Nacional de Rectores (CONARE). Este año, el PEN señaló que el país “enfrenta un rezago estructural en lectura que afecta directamente el perfil de salida del estudiantado. Esto no es reciente, sino una tendencia persistente que se arrastra desde hace más de una década, y que ha sido acentuada por eventos como la pandemia. Se expresa en una desconexión entre lo que se espera que un estudiante comprenda y lo que realmente es capaz de hacer a la edad de 15 años”.
“no solo se trata de saber leer y escribir para contestar un examen, sino tener la capacidad para comunicarse con otras personas en distintos contextos utilizando diversos medios”
En términos sencillos, no solo se trata de aprobar la materia de Español, sino que para comprender los enunciados, los conceptos y seguir instrucciones en las demás materias académicas es esencial tener una buena capacidad lectora para alcanzar el aprendizaje requerido.
Además, la urgencia de superar esta brecha es simple: saber leer, y sobre todo interpretar lo leido, es la habilidad más importante para formar una ciudadanía capaz de adquirir constantemente nuevas habilidades en la sociedad del conocimiento y para el ejercicio responsable de sus derechos políticos.
De acuerdo con Carranza, quien ha estado en la dirección del Centro Infantil Los Ositos durante 32 años, una de las maneras de superar este desafío es apoyando a la niñez. “Tenemos que motivar más la lectura desde pequeñitos, incluso motivando también a las madres; para inyectarlos de esas ganas de estudiar para que el niño no se le vaya apagando esa ilusión, sino lo que sucede es que siguen en ese círculo de pobreza. Nosotros estamos aquí para apoyar y motivarlos a leer, con las matemáticas, dándoles retos educativos y así incentivar la educación”.
Al respecto, el Mag. Esteban Aguilar Pérez, Asesor Regional de Español, de la Dirección Regional de Educación de Desamparados del Ministerio de Educación, concordó con Carranza al subrayar que no solo se trata “de saber leer y escribir para contestar un examen, sino tener la capacidad para comunicarse con otras personas en distintos contextos utilizando diversos medios, ya sea el oral o el escrito, que hoy están mediados por las tecnologías de la información y la inteligencia artificial para ser parte activa de la sociedad”.
Aguilar afirmó que es muy importante el proyecto ENLACE para el uso de los recursos digitales para poner en práctica una educación más efectiva, y el hecho que sean aplicaciones gratuitas hace que las familias tengan acceso, sobre todo si son de escasos recursos. Aún más cuando existe un sistema con docentes con mucha recarga de trabajo, pocos recursos y necesidades de capacitación.
Una “app” para cada necesidad
A la fecha están en versión de prueba y mejora siete aplicaciones. Las denominadas Alfabetiza y Fonoaventura trabajan la conciencia fonológica, es decir, el reconocimiento de sonidos individuales, sílabas y rimas. Con la aplicación Ensamble aprenden a asociar sonidos y letras, y la de Lectoaventura a comprender lo que se lee en los textos propuestos. Y con la “app” Traza-letras se ejercita la capacidad para escribir correctamente cada letra.
Otra de las opciones se tituló Animate, que tiene como objetivo el desarrollo del pensamiento lógico-matemático y la comprensión de conceptos matemáticos desde la primera infancia para la resolución de problemas, lo que incidirá en un mejor desempeño en los siguientes años escolares. Y finalmente, para el aprendizaje de lenguaje de señas costarricense (Lesco) estará disponible la denominada ABC-Señas.
“Las aplicaciones se diseñaron exclusivamente para la etapa inicial de la lectura y la escritura; por tanto, pueden ser usadas por niños, niñas, jóvenes o personas adultas no alfabetizadas. Se cuidó que este recurso fuera interactivo, atractivo, lúdico y de fácil uso”, aseguró Camacho.
Para su diseño, la Dra. Camacho contó con la participación de un equipo de 28 estudiantes de las carrera de Computación e Informática, así como de otros de Educación Preescolar y Diseño Gráfico. Para su contenido teórico, se partió del Método Pictofónico (conocido como PiFo), una propuesta educativa para la enseñanza de la lectoescritura que asocia imágenes con sonidos, y que fue desarrollado por la profesora María de los Ángeles Carpio Brenes, especialista en Educación Especial.
También fueron parte del equipo la ingeniera informática Carmen Hernández Rojas, Marielos Murillo Rojas, investigadora en Lingüística y Nancy Barboza Zúñiga, especialista en Educación Especial para personas con discapacidad auditiva. Por parte del MEP, además de Aguilar, se involucró el magister Yamil Fernández Martínez, asesor de Matemáticas de la Dirección Regional de Desamparados.
Una vez que se superen los periodos de las pruebas de campo y se detecten las áreas de mejoras, las aplicaciones estarán disponibles de manera gratuita en línea en este enlace.
"las aplicaciones se diseñaron para la etapa inicial de la lectura y escritura; pueden ser usadas por niños, niñas, jóvenes o personas adultas no alfabetizadas"
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