Proyectos universitarios trabajan por una salud integral para todos y para todas
El TC-601 busca sensibilizar a la población, ya que mediante diferentes estrategias educativas abarca diversos grupos etarios en los cuales se informa que el cáncer es una enfermedad prevenible, tratable y curable. Fotografía de Kattia Medina. El TC-601 busca sensibilizar a la población, ya que mediante diferentes estrategias educativas abarca diversos grupos etarios en los cuales se informa que el cáncer es una enfermedad prevenible, tratable y curable. Fotografía de Kattia Medina.
El 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, fecha que pretende celebrar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y enfatizar sobre los temas de mayor interés público a nivel mundial.
La OMS se crea bajo el principio de que todas las personas deben poder hacer efectivo su derecho al grado máximo de salud que se pueda lograr. Es por esto, que este 2019 se han concentrado los esfuerzos en avanzar en materia de cobertura sanitaria universal, es decir, salud para todos y para todas.
Desde la Universidad de Costa Rica (UCR) se han gestado diversos proyectos dirigidos a contribuir con esta premisa por medio del apoyo en los servicios de salud pública a nivel nacional y la ampliación del alcance de los mismos en diferentes comunidades y para personas de distintas edades.
Entre estos proyectos, destaca el Trabajo Comunal Universitario Estrategias educativas de prevención del cáncer gástrico en la población costarricense (TC-601) el cual, ha trabajado por el establecimiento de estrategias educativas que favorezcan la prevención del cáncer gástrico por medio de la promoción de conductas de vida saludables.
En Costa Rica, las principales causas de muerte son ocasionadas por enfermedades crónicas no transmisibles. El cáncer es la segunda causa de muerte y uno de los más importantes problemas de salud pública. Es por esto que el TC-601 se dedica a brindar información sobre alimentación adecuada, actividad física, manejo del estrés, consecuencias del consumo de drogas lícitas e ilícitas y la detección temprana para garantizar una óptima calidad de vida y por ende, la reducción de la mortalidad por esta enfermedad.
“El proyecto trabaja sobre el cuidado de la salud, el tema central es la prevención del cáncer gástrico, pero nos enfocamos en darle un giro positivo y trabajar sobre la salud principalmente en los factores de riesgo que llevan a una persona a padecer de esa enfermedad. Por lo tanto fomentamos las conductas de vida saludable y autocuidado como eje central de nuestro mensaje”, expresó Kattia Medina, coordinadora del TCU.
Actualmente, esta iniciativa trabaja con niños, niñas y población adulta por medio de las ferias de salud y alianzas con instituciones como el Circuito Educativo de Tejar del Guarco en Cartago, lugar en el que se está trabajando con menores en edad escolar. Asimismo, sus integrantes esperan poder proyectar este trabajo a otras áreas y trabajar con más instituciones públicas y privadas.
De la misma manera, el proyecto de Trabajo Comunal Universitario Fortalecimiento de la calidad de vida de usuarios de las Clínicas del Dolor y cuidados paliativos (TC-718) trabaja en la provincia de Heredia con personas en períodos de convalecencia largos y dolorosos como son: las áreas de Cuidados Paliativos, Oncología, cronicidad, discapacidad, entre otros.
El impacto de los padecimientos acompañados de dolor crónico en los pacientes y sus familias puede ser muy amplio. Estas enfermedades en muchas ocasiones están acompañadas por la desesperanza, el desgaste físico y emocional, la depresión y finalmente la sensación de minusvalía.
El TC-718 trabaja por medio de actividades lúdicas y de recreación con el propósito de informar sobre estilos de vida saludable a los pacientes de las clínicas del dolor, sus familiares, cuidadores y acompañantes. En las actividades se pone especial énfasis en temáticas como la alimentación saludable, el descanso y el manejo del estrés.
Los miembros del proyecto brindan entretenimiento e intervención en salas de espera donde se realizan actividades de arteterapia y musicoterapia. Asimismo, se realizan visitas recreativas a los hogares de aquellas personas que ya no pueden transportarse al hospital a causa de sus padecimientos.
“Realizamos visitas a los hogares donde podemos beneficiar a los demás miembros de la familia. No son visitas rígidas, sino de conversación porque creemos en el efecto terapéutico del estudiante joven que brinda motivación y acompañamiento”, expresó Marianella Lizano, coordinadora del proyecto.
Además del Hospital San Vicente de Paúl, el TCU atiende a la población de adultos mayores que asisten a las clínicas del dolor y que, a la vez, son miembros el Hogar de Ancianos San Agustín en la Virgen de Sarapiquí.
Durante este año, el proyecto se extenderá al Centro Nacional de Dolor en el Hospital Calderón Guardia y a escuelas y colegios de distintas zonas del país, con el propósito de sensibilizar a la población infantil sobre los cuidados al final de la vida, la muerte, el duelo, alternativas sobre el manejo del dolor y otros conceptos poco trabajados en estas edades.
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