Aunque la masa continental representa apenas una tercera parte del planeta, la mayoría de la población sigue viviendo de espaldas al mar, ignorando que las riquezas de las comunidades costeras e insulares la superan por mucho.

Pese a que las políticas desarrollistas tienen un claro acento valle centralista y urbano, las comunidades de las costas e islas poseen un gran patrimonio cultural y natural que colocan al país como uno de los más diversos ecológicamente en el ámbito mundial.

Es por ello que la Universidad de Costa Rica (UCR) respondiendo a las demandas de las poblaciones del Pacífico Central costarricense, y desde la Sede Regional del Pacífico (SRP-UCR), impulsa un proyecto de trabajo comunal para “Gestión del patrimonio cultural en comunidades costeras e insulares” (TC-782), mejor conocido como “Entre olas y manglares”.

“Las personas de las costas quieren ser escuchadas, comprendidas y valoradas por sus saberes, sus sentires, su historia, sus retos y sus sueños. Por eso, este proyecto surgió del compromiso de la SRP-UCR ante la apremiante tarea de salvaguardar el patrimonio cultural de las comunidades del Golfo de Nicoya”, explicó la magister Stefanny Forester Delgado, coordinadora del mencionado proyecto.

Asimismo, la propuesta de este trabajo comunal es “fortalecer y proyectar dicho patrimonio material e inmaterial y al mismo tiempo que dinamizar las actividades socioeconómicas de la región”, agregó Forester.

Historias con aroma marino

Entre Olas y Manglares se enmarca dentro de la Acción Social de la SRP-UCR por llegar con propuestas que impacten la región, y no solo dirige sus esfuerzos a la zona costera, también se han vinculado con centros educativos y asociaciones culturales en tierra firme.

Esta nueva iniciativa, que inició en enero pasado, ha logrado el registro audiovisual de habitantes de islas y comunidades costeras, quienes han contado las historias de sus pueblos, sus contrastes, las hazañas y anécdotas que aún perviven en la memoria colectiva.

Además, la profesora Forester, comentó que ya se crearon 15 cuentos ilustrados, basados en entrevistas y conversatorios realizados con las personas mayores que viven en las islas Venado y Caballo y las comunidades de Chomes, Pitahaya y Puntarenas.

Asimismo, en ocho escuelas primarias se realizaron actividades sobre el patrimonio cultural con cuatro temas: historia, costumbres y tradiciones, gastronomía, y los oficios asociados al manglar y al océano.  Otra de las actividades que se conmemoraron este año en la costa del Pacífico Central es el Día de la Gente de Mar, que se celebra cada 25 de junio, para lo cual se produjo un hermoso audiovisual basado en la poesía “Puntarenas de mi niñez”, del escritor puntarenense Rafael Méndez. También, se organizaron el Festival Cultural Isla Venado y el Encuentro Folclórico Chomes.

“De manera general y en virtud de la experiencia que hemos tenido, logramos identificar que los niños y jóvenes conocen muy poco sobre sus raíces, la historia de la comunidad, sus luchas, sus rasgos identitarios y sus tradiciones. Hay poco empoderamiento por parte de estas poblaciones y pocos espacios que permitan enriquecer, visibilizar y posicionar estos elementos en su cotidianidad”, detalló la profesora Forester.

Entre Olas y Manglares es parte de la iniciativa Puentes para la Educación, un esfuerzo de la Universidad de Costa Rica, ejecutado por la Vicerrectoría de Acción Social, que “movilizará de manera articulada, las capacidades y recursos institucionales, en procura de atender los retos más acuciantes que afectan al sistema educativo costarricense” (Resolución de Rectoría R-152-2024).

Al respecto, Forester aseguró que las acciones impulsadas desde el proyecto Entre Olas y Manglares sumarán al mejoramiento educativo de la región al aportar nuevos contenidos a partir de las intereses locales sobre sus recursos culturales y patrimoniales; y “se vincula con el Plan de Estudios Sociales de I ciclo, específicamente con la competencia general Ciudadanía Responsable y Solidaria, al facilitar espacios informativos, de sensibilización y diálogo sobre los bienes culturales, sus características, relaciones e importancia para el fortalecimiento de la identidad local y de una ciudadanía responsable”, agregó la docente coordinadora.

Gente joven, gente del mar

Dirza Álvarez García, estudiante de Gestión Cultural en la SRP-UCR y una de las participantes del proyecto, afirmó que se vinculó al proyecto porque le “apasiona la idea de preservar el patrimonio cultural, y porque en cada comunidad hay diferentes manifestaciones. Considero que no sólo refleja nuestra identidad sino que también es clave para el desarrollo”.

Álvarez, con solo 23 años de edad, relató que proviene de una familia donde el mar ha sido parte de su vida. “Yo crecí en Costa Pájaros, y ahora estoy aquí en el Cocal de Puntarenas, con este proyecto he aprendido a valorar más nuestra riqueza, a reconocer los desafíos de las comunidades costeras. En lo personal, desarrollé muchas habilidades de organización de actividades, trabajo colaborativo, este trabajo comunal nos ayuda a entender cómo desde la gestión cultural se fortalecen los sentidos de pertenencia, es un proyecto maravilloso fuera de lo común”.

De la misma manera, Anthony Barrantes Miranda, quien fue parte de la primera generación de estudiantes de Entre Olas y Manglares, destacó que para él todo esto ha sido un proceso de descubrimientos y aprendizajes.  “Este proyecto le vino bien a mi formación profesional porque me permitió un acercamiento real a las realidades costeras e insulares, a generar empatía con personas poseedoras de tantas riquezas culturales. He aprendido que uno como gestor cultural no tiene porque llegar y 'llevar cultura', todas estas comunidades ya la tienen”.

Para ver las memorias audiovisuales recopiladas por el proyecto debe visitarse el canal de contenidos y el perfil en la red social, ambos con bajo el nombre “Entre Olas y Manglares”.