Boaventura de Sousa: ''Demasiada gente en el mundo de hoy solamente tiene miedo y no tiene esperanza''
La UCR otorgó el doctorado 'honoris causa'
Al recibir el doctorado honoris causa de la UCR, Boaventura de Sousa dictó una conferencia que tituló “Educar entre el miedo y la esperanza”. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos es distinguido a nivel mundial por sus estudios sobre temas como derechos humanos, participación social, relación universidad-sociedad, poder y Estado.
Como reconocimiento a esta labor, la Universidad de Costa Rica le otorgó el doctorado Honoris Causa, máxima distinción que entrega esta casa de estudios superiores, por sus aportes a las ciencias y humanidades; su contribución al análisis, comprensión y transformación de la realidad en el actual contexto socioeconómico y ambiental; así como su análisis crítico de la universidad pública y su relación con la sociedad.
Educar entre el miedo y la esperanza
En el marco de esta celebración, de Sousa dictó una conferencia que tituló “Educar entre el miedo y la esperanza”, en la que analizó desde distintas perspectivas el contexto mundial actual y las repercusiones que esto tiene en las universidades públicas.
Como punto de partida reflexionó acerca de cómo la mayoría de la población mundial en este momento tiene mucho miedo y poca esperanza, mientras una minoría tiene mucha esperanza y poco miedo. Esta distribución desigual del miedo y la esperanza tiene como consecuencias la violencia, la precarización del trabajo, el deterioro de la salud pública, etc.
Señaló que vivimos en un tiempo de monstruos, en el que las instituciones que fueron creadas para favorecer a la sociedad están desfiguradas y ya no cumplen sus funciones. Por ejemplo el Estado se ha convertido en un agente que entrega la soberanía nacional a multinacionales extranjeras, mientras que la democracia beneficia a una minoría.
Así mismo señaló que bajo el sistema neoliberal, se crea el discurso de que se vive en crisis continua y esto pasa a ser la explicación de todos los problemas, lo que provoca la paralización de la energía de la resistencia.
Las expectativas negativas y la angustia acumulada ante este panorama han sido apropiadas por el conservadurismo religioso más reaccionario, lo que ha dado paso a un proceso de recolonización en distintas partes del orbe, donde se conforma una alianza entre la evangelización y el saqueo de los recursos.
“Tenemos una mezcla de religiones altamente conservadoras con neoliberalismo totalmente violento, salvaje en contra de los derechos de hombres y mujeres en todas las sociedades. Eso a mi juicio es lo que está causando demasiado miedo a mucha gente y poca esperanza”
Agregó además que en una primera etapa del neoliberalismo se sataniza el Estado en nombre de la sociedad civil, pero cuando el Estado es capturado por el neoliberalismo lo que se sataniza es la sociedad y ahora es el individuo en contra de la sociedad y se crea la idea del individuo emprendedor, que es aquel que “es autónomo sin condiciones de autonomía, es autoesclavitud, es la “uberización” de la economía”, una manera de crear trabajo sin derechos, en donde se destruye la cohesión social y se pone a las personas contra las personas, lo que él llama la política del resentimiento.
De igual manera, de Sousa plantea la tesis de una contradicción entre democracia y capitalismo, en un periodo en el que el segundo regula a la primera y se da prioridad total a la libertad económica.
Es en este contexto tan complicado que surge el peligro de que las democracias mueran democráticamente al elegir antidemócratas, como en Estados Unidos, Brasil, Hungría, Italia, Polonia, Filipinas o Turquía, señaló de Sousa.
Universidades públicas en la mira
Según explica el sociólogo portugués, en esta coyuntura una de las instituciones que se vuelve blanco de ataques es la universidad pública, ya que es el único lugar donde se produce conocimiento libre, crítico, plural, e independiente y lo que pretende el capitalismo es crear la idea de un pensamiento único.
Además las élites ya no confían en las universidades porque no se quiere un proyecto país.
Ante este panorama las universidades públicas tienen una labor trascendental que es contribuir a re equilibrar el miedo y la esperanza, tarea que conlleva que tanto estudiantes como educadores salgan de su zona de comfort, por medio de una ruptura epistemológica que consiste en lo que el académico llama ecología de saberes.
“La universidad tiene un futuro enorme mientras haga una transición hacia una versión más democrática. Democracia de los saberes, democracia en la manera de convivir, de entender, de argumentar, de tener más espacios cara a cara”.
En este sentido propone articular el trabajo de las universidades con distintos movimientos y agrupaciones sociales que tienen otros conocimientos, acoger los saberes de las comunidades, establecer diferencias sin jerarquías y aceptar otros conceptos de tiempo más allá de lo lineal. “Las universidades deben volver a pensar y para eso es necesario desacelerar el tiempo”.
En el siguiente video se puede observar la conferencia completa.
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