UCR apoya trabajo en zona fronteriza
Las comunidades limítrofes reciben apoyo ante emergencia sanitaria del Covid-19
Los lavatorios en sitios estratégicos para los transeúntes del cantón de Upala, son resultado de la unión de esfuerzos de proyectos de Acción Social y entidades locales. Foto cortesía Adilia Solís.
Desde que Costa Rica declaró la emergencia sanitaria ante la presencia del virus Covid-19 en el territorio nacional la Universidad de Costa Rica (UCR) ha sido un importante protagonista en la búsqueda de una potencial vacuna, exámenes en la detección viral y acciones preventivas para evitar los contagios.
Entre las iniciativas de las universidades públicas están las emprendidas desde la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR. Los proyectos “Modelo Educativo Territorial para la Recuperación Integral del Cantón de Upala” (ED-3364) y el trabajo comunal “Procesos de educación no formal en poblaciones con vulnerabilidad con énfasis en la epidemiología de las parasitosis emergentes y reemergentes” (TC-719) están coordinando acciones en la zona transfronteriza del norte para el fortalecimiento de las capacidades comunitarias en la prevención de contagios por el Covid-19.
Durante el mes de marzo, en unión con la Universidad Nacional (UNA), la Universidad de Costa Rica se sumó a los esfuerzos del Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social para la colocación de lavamanos comunitarios transfronterizos con la finalidad que habitantes de la zona y personas que transitan en ruta hacia otros sitios tengan la posibilidad para el oportuno lavado de manos, así como en campañas sobre el correcto lavado de manos y la prevención de enfermedades transmisibles como el COVID-19.
El equipo que está trabajando lo integran: Yamileth López Obregón, alcaldesa; Fabián Mayorga Salguera, presidente de la ASADA: el Dr. Luis Mayorga Díaz, director Área Rectora de Salud de Upala; el Dr. Andrés Ávila Barboza, director del Hospital de Upala; el docente Alejandro Ubau Hernández, de la Universidad Nacional; el Dr. Jorge Vargas Carmiol, coordinador del TC-719; la Dra. Adilia Solís Reyes, coordinadora del proyecto ED-3364, además Emelda Bravo Pérez y Marysol Amador, del Centro de Derechos Sociales de la Persona Migrante (Cenderos).
La Asada San José de Upala ha instalado un total de 60 lavamanos, 26 dispensadores de aguas para los servidores que realizan labores de seguridad pública.
Mensaje multiplicador
Con pequeñas producciones audiovisuales sobre el correcto lavado de manos y la prevención de enfermedades transmisibles como diarrea, parasitosis y el contagio de los virus respiratorios que circulan en el territorio nacional. Se hace llegar el mensaje a las asociaciones de desarrollo del cantón, comités de vecinos, juntas de educación y salud, asociaciones de productores, jóvenes, mujeres y promotores comunitarios.
Asimismo, se enfatiza entre la población que el correcto lavado de manos, además de prevenir el contagio del Covid-19, minimiza enfermedades de la piel e infecciones oculares.
La Dra. Adilia Solís Reyes, coordinadora del proyecto ED-3364, comenta que la Asada San José de Upala realizó una importante inversión para instalar las tuberías en sitios estratégicos para proveer del fluido de agua y dispensadores de jabón, con un llamado al uso razonable del recurso hídrico.
El proyecto ED-3364, de la Escuela de Administración Educativa, trabaja en la consolidación de un modelo de gestión educativa y fortalecimiento comunitario para superar las brechas e inequidades desde una propuesta de la gestión del riesgo y la economía social solidaria.
Por su parte, el TC-719, de la Escuela de Medicina, conjunta esfuerzos entre organizaciones gubernamentales y comunitarias basados en un intercambio de saberes en torno a prácticas saludables para disminuir las parasitosis. Para lograr este objetivo, se recurre a enfoques lúdicos desde la medicina, la educación no formal y la salud pública, que se han concretado en la elaboración de materiales para la educación comunitaria.
La Dra. Solís apuntó que Upala es uno de los cantones con menor índice educativo, 60% tiene menos de 6 años de escolarización, especialmente en los distritos fronterizos. En ese sentido, y dadas las condiciones geográficas de la región, es que se requieren estrategias de atención diferenciadas que focalicen los recursos hacia las zonas de mayor exclusión y mejorar en ellas la oferta y calidad de los servicios educativos, dijo la Dra. Solís
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