“El Foro de Acción Social: La inter-acción Universidad- Sociedad: propuestas y desafíos a cien años de la Reforma de Córdoba profundiza en esa mirada de nuestra Acción Social (AS), de su concordancia con la mirada de la Universidad de Costa Rica (UCR). Será una propuesta para ver aspectos claves y potenciar un desarrollo más integral desde el rol individual y como equipo en el quehacer de la AS de esta escuela. Ese será nuestro aporte al foro, así como enriquecer el diagnóstico del proceso de autoevaluación y establecer líneas de trabajo que enriquezcan la labor de la Escuela de Nutrición (ENu)”, dijo la magister Patricia Sedó Masís, co-coordinadora del proceso de Encuentro comunitario y de reflexión que está realizando esa unidad académica desde setiembre de este año.

Este inició con talleres de debate entre integrantes del equipo administrativo, el personal docente y el estudiantado. Además, dada la naturaleza de actividades de la ENu, se contempló una serie de grupos focales con poblaciones relacionadas a los proyectos de la escuela y entrevistas con informantes claves en instituciones con las se mantiene vínculo externo, explicó la magister Adriana Murillo Castro, co coordinadora de Acción Social.

De acuerdo con Sedó Masís, el modelo de reflexión propuesto se debe a que la ENu “tiene presencia en todo el país y proyectos en diversas áreas, de modo que es muy complejo hacer encuentros regionales o temáticos. Trabajamos con distintas poblaciones en nutrición clínica, alimentación saludable y promoción de la salud, inocuidad y control de calidad en servicios de alimentación, turismo gastronómico. Para tener todas estas miradas diferentes estamos motivando que los docentes e investigadores hagan grupos focales con las poblaciones u organizaciones específicas con las que intervienen”.

Por su parte, Murillo comentó que la información recabada a lo largo de estos meses les dará una visión conjunta de la AS, y al sistematizarla se redefinirá hacia dónde dirigir los esfuerzos de la ENu para seguir trabajando en la autoevaluación permanente como escuela acreditada.

Para cada grupo o informante clave que está participando en este proceso “se planteó una guía de trabajo con seis preguntas generadoras que exploraron las percepciones sobre la AS de la unidad académica, para quién y con quiénes se trabaja, cómo se vive la AS desde la ENu. Asimismo, meditar sobre cuáles son las áreas destacadas, las fortalezas, las debilidades y la disponibilidad de recursos humanos y financieros necesarios para fortalecer la AS”, explicó Murillo Castro.

Interrelación fructífera. La ENu tiene 15 proyectos inscritos en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) en las modalidades de Trabajo Comunal, Extensión Docente y Extensión Cultural. De la misma forma, hay otros en las vicerrectorías de Docencia e Investigación.

No obstante, tanto Murillo como Sedó recalcaron que para la escuela tal separación es producto de la estructura universitaria, ya que un proyecto vincula los tres pilares. Por ejemplo, “en el 2003 se generó un trabajo comunal sobre comida tradicional. A partir de ese surgieron varias líneas de investigación-acción social, se diseñó un curso regular y se inscribieron dos proyectos de extensión cultural. Luego, se hizo alianza con la Escuela de Antropología, se creó una red académica, logramos participar en una comisión nacional liderada por el Ministerio de Cultura y Juventud"

Hace poco representamos al país en un foro internacional sobre cocinas regionales de América, ingresamos a una red sobre el tema coordinado por una universidad peruana y empezamos a trabajar en una red de estudios de cocina patrimonial. Esto demuestra que existe un límite estrecho entre los pilares del quehacer universitario”, ilustró Sedó Masís.

Esta articulación entre las áreas académicas se concretó desde el año 2006 con la creación de la Comisión de Proyectos, una figura administrativa que rompió el tradicional esquema de la división de la gestión universitaria por áreas. “Once años después de su creación, surge la necesidad de revisar su conformación y funciones, de cara a los nuevos desafíos universitarios”, comentaron las profesoras Sedó y Murillo.

Según Sedó, quien también funge como subdirectora de la ENu, hasta un 15% de las cargas académicas se dedican a la AS, aunque en la práctica cotidiana los cursos, las pasantías estudiantiles y todos los proyectos inscritos se conciben desde su origen como formas de mejorar la calidad de vida de las personas involucradas desde la AS.

Los registros de los años 2015, 2016 y el primer semestre 2017 evidencian una población beneficiada relevante. Solo en el año 2016 se llegó a 27 mil personas, y se desarrollaron más de 30 proyectos por parte de estudiantes en respuesta a necesidades y problemas identificados en diferentes ámbitos.  Con los módulos de los cursos de tercer año de la carrera ya se ha cubierto una población de 11 mil escolares, comentaron Sedó y Murillo.

Todos los proyectos gestados surgen de una intervención en la que destacan el trabajo colaborativo, participativo con las comunidades y empoderando a las personas.

“La meta es dar herramientas, favorecer un cambio; manteniendo el contacto pero nunca propiciando la dependencia o el asistencialismo. Más bien, algunos líderes pasan a formar parte de los equipos de trabajo de la Enu”, explicó la subdirectora Sedó Masís.

En el sitio web de la ENu se detallan algunos de los proyectos principales, y otros recursos disponibles para las personas interesadas, como publicaciones producidas por los mismos.