La herencia precolombina de los ceramistas chorotegas se consolida en su última etapa del proceso para obtener el primer sello de denominación de origen a nivel cultural en el país, que revalidó y revisó todos los pasos de construcción de las piezas cerámicas.  

El proyecto "Promoción y fortalecimiento de la Cerámica Chorotega” EC-429, coordinado por la docente Iria Salas Paniagua, preserva e impulsa un saber ancestral: la cerámica, que se realiza en las comunidades de Guatil y San vicente, Guanacaste.  

En el marco del “Foro de Acción Social: La Inter-acción Universidad- Sociedad: propuestas y desafíos a cien años de la Reforma de Córdoba”, los docentes Iria Salas Paniagua y Fernando Camacho Mora, acompañados de los ceramistas Miguel Leal Vega y Luis Gutiérrez Gutiérrez participaron en la I Jornada de Acción Social de la Facultad de Bellas Artes, donde expusieron los avances del proyecto.   Este inició en el año 2013, cuando la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica (UCR), proponen ante el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) el proyecto denominado "Gestión Comunitaria para los recursos locales en la zona Chorotega".

En esos días se realizaron acciones para reafirmar la identidad cultural y fortalecer la calidad de la cerámica Chorotega; sin embargo, se detecto una dificultad en la relación de las comunidades de San Vicente y Guaitil, y una debilidad en los aspectos organizativos. También se impulsó el sello de Denominación de Origen, ante el Registro de la Propiedad Industrial, y se fortaleció la cooperativa Coopesanguai, que representa a las y los artesanos ceramistas de la zona Chorotega.

Miguel Leal Vega, de Coopesanguai, dijo que a través del tiempo se ha logrado un manejo funcional y organizado de la cooperativa a través de la junta  y los asociados con motivación por parte de las dos comunidades y en general con su participación.

A través del proyecto, se ha impulsado la identificación de nuevas fuentes de materiales, ya que en un informe del Ministerio de Cultura, del año 2015, elaborado por la Licda. Mercedes Hidalgo Bravo, se identificó que el terreno para la cerámica Chorotega evidenciaba un agotamiento de las fuentes de arcilla ubicadas en las fincas donde tradicionalmente se había extraído, por lo que era urgente un estudio de otras posibles fuentes de extracción.

Por un lado, el sello de denominación de origen está supeditado en una de las cláusulas del pliego de condiciones (presentado ante el Registro de la Propiedad Industrial), a que la materia prima se encuentre dentro del área de ubicación de talleres de cerámica y por otra parte, los artesanos estaban carentes de material y su producción peligraba.

Fernando Camacho Mora, se sumó al proyecto en esta búsqueda de nuevas fuentes de materiales y en el fortalecimiento organizacional para preservar este saber ancestral.

La actividad de elaboración y comercialización de cerámica Chorotega, comprende artesanos de las comunidades de Guaitil del distrito Diriá perteneciente al cantón de Santa Cruz y de la comunidad de San Vicente del distrito San Antonio, que pertenece al cantón de Nicoya; un total de 600 familias de ambas comunidades.

El proyecto impulsa el desarrollo local, junto a actores sociales e institucionales como los gobiernos locales, instituciones presentes en el territorio y a la población en general, para articular una estrategia de desarrollo endógeno a partir de una potencial ruta turística. Asimismo, se fomenta la capacitación y organización de las comunidades en el proceso.